MADRID.- Con goles de Suárez, Neymar e Iniesta, el equipo de Luis Enrique humilló 4-0 al dirigido por Rafa Benítez en el Santiago Bernabéu.

Messi volvió a jugar tras su lesión.

Hubo un intenso operativo policial por posibles atentados

El clásico más visto del mundo se vivió bajo un contexto de tensión.

Tras los atentados que sufrióParís, en el Santiago Bernabéu se estableció un megaoperativo policial por temor a una nueva atrocidad.

La Marsellesa que conmovió al estadio y la bandera gala en las tribunas formaron parte de un espectáculo que comenzó con dominio del Real Madrid.

Las intervenciones de Cristiano Ronaldo complicaron a la línea defensiva del Barcelona.

La más clara fue cuando el portugués apostó por su individualidad para sacarse de encima al argentino Javier Mascherano y exigir al chileno Claudio Bravo, quien respondió con soberbia a lo largo de todo el partido.

Sin embargo, antes de llegar al primer cuarto de hora los catalanes gestaron una acción que enmudeció a la capital española.

El circuito ofensivo funcionó en su máxima expresión.

La profunda asistencia de Sergio Busquets, el toque de Sergi Roberto y la definición de Luis Suárez cerraron un golazo, que tuvo más de veinte pases antes de la conquista.

Sobre la media hora Mascherano tuvo que dejar la cancha por una lesión muscular.

El prematuro cambio obligó a Luis Enrique a reemplazar al argentino por Jeremy Mathieu. En tanto, la polémica de la noche llegó cuando CR7 le impactó un codazo a Dani Alves, cuando el brasileño le cometió una falta para cortar un contragolpe.

Mientras el dueño de casa se quedaba sin ideas, la sociedad sudamericana extendía la diferencia. Las paredes construidas entre el brasileñó Neymar y el uruguayo Suárez, amparadas en la visión de Andrés Iniesta, sellaron el 2-0.

Sólo por la heroica tarea de Marcelo, quien salvó un gol en la línea, el Barcelona no volvió a festejar.

De todos modos, los pañuelos blancos y la silbatina generalizada expusieron a la pobre producción del elenco de Rafa Benítez.

En el complemento el Real Madrid salió con otra actitud y los remates del colombiano James Rodríguez merecieron marcar el descuento.

Sin embargo, el equipo culé no mermó su intensidad y un tiro libre de Neymar amenazó con lo que iba a pasar unos instantes después.

La incursión de Iniesta, el toque con el brasileño y la resolución al ángulo derivaron en el humillante 3-0.

Además, lejos de conformarse con la goleada, el técnico envió al campo al argentino Lionel Messi, quien regresó a la actividad después de dos meses.

Naturalmente, la gente abandonó las instalaciones cuando Luis Suárez impuso el 4-0.

A falta de15 minutos para el cierre, el uruguayo desparramó al portero tico y le puso un clavo más al ataúd del club blanco.

 

La patada de Isco sobre Neymar fue una muestra de la impotencia del Merengue.

 

Fue el único momento en el que el público local aplaudió a uno de sus jugadores: cuando se fue expulsado.

 

Con la aplastante humillación, el Barça llegó a los 30 puntos, seis más que su principal perseguidor, el Real Madrid.