MÉRIDA.- En el PAN, seis suspiran por la candidatura al gobierno estatal para 2018: Raúl Paz Alonzo, Mauricio Vila Dosal, Daniel Ávila Ruiz, Rosa Adriana Díaz Lizama, Renán Barrera Concha y Joaquín Díaz Mena, quien, a pesar de la paliza que le dio en 2012 Rolando Zapata Bello quiere ser de nuevo el candidato.

En el PAN el tema principal es la elección interna, en la cual los azules realizan todas las prácticas de compra y coacción del voto que tanto le critican al PRI, a fin de tratar de ganar.

De acuerdo con varios panistas, en estos momentos el que tiene más posibilidades de ganar si ahora fueran las internas de Acción Nacional es Raúl Paz, ya que acaba de hacer campaña por la presidencia del CDE y realiza un trabajo cercano a los comités municipales.

El martes pasado publicamos que en el PRI son cinco los que “suspiran” a la candidatura del gobierno del estado: Mauricio Sahuí Rivero, flamante secretario estatal de Desarrollo Social, Liborio Vidal Aguilar y Pablo Gamboa Miner, diputados federales, Felipe Cervera Hernández y Jorge Carlos Ramírez Marín. (http://wp.me/p44qNs-h4j)

Hasta ahora son cinco los suspirantes tricolores a la candidatura al gobierno estatal, aunque así como pueden surgir más, al final pueden llegar menos, debido a pactos y amarres de final de contienda. Mientras tanto, estos cinco darán de que hablar en los poco más de dos años que falta para definir al candidato.

Volviendo al tema de los “suspirantes” panistas, se anticipa un agarrón tremendo, con golpes bajos, guerra sucia y todo. Unos buscarán un candidato de unidad, para tratar de evadir la interna, porque les sería difícil ganar. Los que quieren candidato de unidad alegan que es la única manera de tener posibilidades de vencer al PRI.

Sin embargo, otros creen que una contienda interna panista bien llevada con un claro ganador, en el marco de una competencia leal, pero sobre todo que los perdedores le levanten la mano al ganador y hagan equipo con él, le daría más credibilidad al PAN y por tanto mayores posibilidades de ganar.

En el PAN, donde tanto se habla de su democracia interna para elegir candidatos, parece que ahora, por cuestiones meramente personales, pero disfrazadas de interés por el partido, le huyen a una elección interna.

LOS SUSPIRANTES

Luego de perder la candidatura a la alcaldía, Raúl Paz fue capaz de reinventarse en tres meses, de posicionarse de nuevo y vencer ampliamente a Alfredo Rodríguez y Pacheco en la elección por la presidencia del CDE. De estar a punto de quedarse sin nada, el ahora diputado local se colocó un paso delante de los que suspiran por la candidatura panista al gobierno del estado.

Por el contrario, luego de soñar en grande, impulsado por un equipo de mediocres, el ex alcalde Renán Barrera terminó su gestión con más pena que gloria, envuelto en escándalos de corrupción, pero sobre todo derrotado tres veces por los mismos panistas, de modo que prácticamente se alejó de los suspirantes reales a la candidatura.

Sus compañeros de partido le impidieron a Renán ser candidato a diputado federal y local por la vía plurinominal y lo dejaron fuera de la contienda por el CDE. Por ahora está en chino que el ex alcalde gane una interna.

Mauricio Vila Dosal, quien ganó la alcaldía más por el partido y porque los meridanos no quieren nada con el PRI, porque aún no olvidan a Angélica Araujo Lara, se lanza con todo y todos los medios a su alcance para tratar de buscar la candidatura al gobierno, aunque si no le alcanza buscará reelegirse como alcalde.

Vila y su equipo cercano -Roger Torres Peniche, Víctor Hugo Lozano Poveda, Álvaro Juanes Laviada, entre otros-, buscan estrategias para colocarse como un “súper” alcalde y catapultarse a la candidatura.

Sin embargo, a Vila le puede pasar lo que a Renán, quien se creyó el político más querido y popular de Yucatán, cuando en realidad ganó la interna y la externa por circunstancias ajenas a su carisma, y acabó con la cola entre las patas. A Mauricio lo conocían poco en Mérida y en el interior del estado menos.

Daniel Ávila se quiere presentar como intachable y basa su campaña en buscar denuncias de cualquier índole, pero no dice que, a fin de hacerse gratis de una casa, se la auto rentó para oficinas de enlace, de modo que el Senado y los mexicanos pagaremos esa casa, lo que varios consideran un acto inmoral, poco ético y corrupto.

Rosa Adriana, senadora por azares del destino, suspira  con ser la candidata del PAN al gobierno del estado, aunque nunca ha ganado una elección, ya que ha sido diputada estatal y federal por la vía plurinominal; llegó al Senado gracias a que poco más de 60 mil ciudadanos equivocaron el voto. Un milagro la haría candidata panista.

Finalmente, Díaz Mena está obsesionado con ser el candidato de nuevo, a pesar de que recibió en las elecciones pasadas una paliza histórica de manos del actual gobernador. Tiene en su contra que por todo el estado ha dejado colgados a muchos panistas a los que les prometió el cielo y las estrellas y a la hora de la hora simplemente no cumplió. Parece leña verde que no encenderá.