MÉRIDA.- Las costas yucatecas ofrecen a los mamíferos marinos, como manatíes, delfines y ballenas, las condiciones ecológicas idóneas para vivir y reproducirse, sin embargo, también hay inconvenientes como los depredadores (principalmente los humanos) que representan un peligro para estas especies, señaló el Dr. Raúl Díaz Gamboa, profesor investigador del Campus de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Uady.

Díaz Gamboa, quien es coordinador del Programa de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos en Yucatán, se refirió al caso de los manatíes que debido a su caza podrían en determinado momento entrar en peligro de extinción.

Detalló que el manatí en México está sujeto a una protección especial por parte del gobierno porque su población se considera vulnerable ya que se ha diezmado drásticamente, y podría estar a mediano plazo en peligro de extinción.

Recordó que el manatí se ve amenazado y solamente se encuentra en el Golfo de México, incluida la Península de Yucatan, aunque también vive en ríos.

Señaló que en nuestro estado se pueden observar manatíes en Celestún, El Cuyo, Río Lagartos y Progreso, y que por tradición los yucatecos se los comen lo que reduce su ya de por si disminuido número.

El investigador de la Uady explicó que tanto los manatíes como los delfines y las ballenas pueden vivir más de 40 años, incluso se han visto animales de 60 años de edad.

El docente dijo que estas especies tienen una sensibilidad especial que les permite detectar cuando se acerca un huracán, por lo que se van a otro sitio donde no les afecte el mal tiempo.

De igual forma, el entrevistado afirmó que los animales varados les permite obtener a los investigadores locales mucha información científica.

Definió varamiento como la llegada a las costas de los mamíferos marinos, ya sean vivos o muertos; no tienen que llegar a la orilla, simplemente no pueden valerse por si mismos.

Díaz Gamboa indicó que tiene registros de varamientos en la costa yucateca de cachalotes, ballenas y delfines, originadas por la contaminación, heridas, desorientación, vejez, depredación, entre otros factores.

Por ello, recalcó que esas especies permiten saber si el mar y/o los peces están contaminados, si tiene basura, entre otros aspectos que pudieran afectar también la salud de los humanos, como por ejemplo, el hallazgo de plaguicida.