MÉXICO.- El Gobierno de Chile precisó que existen “versiones contrapuestas” respecto a la muerte del poeta chileno Pablo Neruda en septiembre de 1973, motivo por el cual se sigue investigando para “intentar llegar a un veredicto judicial definitivo”.

El Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior de Chile, que es parte querellante en la investigación judicial, envió un comunicado en el que hacía referencia a la información publicada este jueves por El País, donde se citaba un informe oficial que señalaba que era “altamente probable que Neruda fuera asesinado”.

“Como querellante en el proceso, esta Unidad ha sostenido que de los hechos acreditados en el expediente, resulta claramente posible y altamente probable la intervención de terceros en su muerte”, señaló el comunicado.

No obstante, el documento resalta que el objetivo de esta afirmación, comprendida en el documento citado por el diario español, no es adelantar conclusiones, pues eso “sólo corresponde al tribunal”.

Según el comunicado enviado este jueves por el organismo estatal, el documento publicado porEl País forma parte de un escrito que el Programa de Derechos Humanos envió al juez Mario Carroza, quien lleva adelante las investigaciones con el objetivo de esclarecer las causas exactas de la muerte del Premio Nobel de Literatura 1971.

Entre muchas otras aseveraciones, el texto del Programa de Derechos Humanos, al que tuvo acceso el diario español, revela que es posible concluir que, “si bien Pablo Neruda padecía un cáncer de próstata, (…) no se estableció en su momento, ni tampoco durante el curso de la investigación que la muerte se haya producido a consecuencia del cáncer que sufría”.

“Este documento forma parte del secreto de sumario investigativo, y no fue filtrado, entregado en confidencia o de ninguna otra forma a medios de comunicación alguno por este Programa de Derechos Humanos”, apuntó.

Asimismo, el texto enfatiza que ante las persistentes dudas sobre la causa de muerte de Neruda, el Gobierno de Chile, constituyó “dos paneles internacionales e interdisciplinarios de expertos”.

El último de ellos fue establecido este pasado octubre para continuar realizando las pericias que permitan llegar a una conclusión científica.

“Ningún dato o pieza de evidencia parcial debe distraer a la opinión pública de la obligación de esperar el veredicto de los Tribunales de Justicia de Chile, que son quienes tienen la potestad de determinar la verdad en este doloroso caso”, concluye el documento.

El juez Carroza dijo al diario español que por el momento sigue a la “espera del resultado de una última prueba científica”, relacionada con la detección de un “estafilococo dorado”, un microorganismo altamente agresivo y resistente a la penicilina, que fue encontrado en el cuerpo de Neruda.

Familiares del poeta chileno afirmaron, a principios de octubre, que estaban convencidos de que una tercera persona habría inoculado esta bacteria al poeta que le habría causado la muerte, mientras este se encontraba ingresado en la clínica Santa María, un hospital intervenido por los militares.

El hallazgo de la bacteria en mayo pasado fue el resultado de pericias practicadas en el Centro de Ciencias y Técnicas Forenses de la Universidad de Murcia.

El juez Carroza busca esclarecer si Neruda, fallecido en una clínica de Santiago el 23 de septiembre de 1973, murió a causa del cáncer o si su deceso fue inducido por terceros mediante algún elemento extraño a los fármacos que se le suministraban por su enfermedad, por lo cual su cuerpo fue exhumado en abril de 2013.

La investigación se inició en 2011 a raíz de una denuncia del Partido Comunista chileno, basada en unas afirmaciones de Manuel Araya, antiguo chófer de Neruda, a la revista mexicana Proceso, quien dijo que el poeta había sido envenenado por agentes de la dictadura mediante una inyección que le fue suministrada en la clínica en la que estaba ingresado.

El poeta murió cuando se aprestaba a viajar a México, por invitación del entonces presidente de ese país, Luis Echeverría; y según Araya, para liderar la oposición a Pinochet.

EFE.-