MÉXICO.- En México, más de 90% de las mujeres ocupadas ha vivido diferentes tipos de violencia en el trabajo, alertó la titular del Instituto Nacional de las Mujeres, Lorena Cruz.
Detalló que la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, que realizan conjuntamente el Inegi e Inmujeres, registró que 53% de las mujeres ha expresado que esa violencia se manifiesta con prácticas sexistas y discriminatorias, con salarios precarios y con menores oportunidades de trabajo, prestaciones y promociones.

En la presentación de la Norma Mexicana en Igualdad Laboral y no Discriminación, explicó que, además, las mujeres siguen realizando la mayor parte del trabajo no remunerado en los hogares, lo cual representa 21% del Producto Interno Bruto, cifra mayor a la contribución manufacturera y comercial del país.

La presidenta de Inmujeres expuso que aun cuando las mujeres participan cada vez más en el mercado laboral, todavía siguen con dobles cargas de trabajo, enfrentan la exclusión, “serios obstáculos y constante discriminación” para insertarse en las actividades remuneradas.

Estas desigualdades no sólo limitan el bienestar y el desarrollo de las mujeres, sino también la calidad de vida de sus familias, particularmente el bienestar de 25% de los hogares que se sostiene gracias a las jefas de familia”, dijo.

Asimismo, Cruz explicó que poco más de 90% de las mujeres de 60 años o más no tiene acceso a una jubilación y que ello se debe, principalmente, a que las cargas del trabajo doméstico y de cuidados no remunerados recayeron en éstas, llevándolas a interrumpir sus carreras o a incorporarse a trabajos de tiempo parcial sin seguridad social.

En tanto, el presidente Enrique Peña expuso que sólo cuatro de cada 10 mexicanas en edad de trabajar (es decir, 43%) tienen actualmente un empleo, y que dicha proporción se encuentra por debajo de otros países, como Chile, que es de 56%, de Colombia, con 63%, y de Estados Unidos, con 68 por ciento.

Más a un: aquéllas que sí logran incorporarse al mercado laboral enfrentan retos adicionales, como la discriminación salarial; es decir, ganan menos por el trabajo igual que realizan, por ejemplo, con hombres; una desmedida carga de trabajo no remunerado e, incluso, acoso sexual”, apuntó el Ejecutivo.

En este tenor, datos del gobierno federal indican que en México la Tasa de Participación Económica es de 43% para las mujeres y 78% para los hombres, mientras que en el 2005 era de 41% para las mujeres y de 80% para los hombres.

EL ECONOMISTA.-