MÉXICO.- Lo primero que muchas personas hacen para empezar el día es tomar una taza de café, lo cual podría no ser la mejor idea, de acuerdo con diversos estudios publicados por el Centro Nacional para Información Biotecnológica de Estados Unidos.
Al despertar, el cuerpo tiene niveles elevados de cortisol, una hormona que se libera en respuesta al estrés y baja glucosa.

Científicos especulan que su propósito de elevarse al despertar es prepárate para el estrés del día y advertir al cuerpo de falta de glucosa, y en consecuencia, que dé hambre.

El tomar café por la mañana, cuando hay altos niveles de cortisol tiene dos efectos:

• La cafeína interfiere con la producción de cortisol, por lo que con el tiempo produce menos. Así, el cuerpo se vuelve adicto a la cafeína, para compensar la falta de la hormona.

• Pero conforme el cuerpo consume cafeína, se vuelve más tolerante a ella porque el cuerpo intenta que no afecte el trabajo del cortisol.

Es un círculo vicioso que desemboca en que el cuerpo no sienta que tiene la energía necesaria para empezar el día.

Los estudios añaden que el cortisol en el cuerpo tiene tres picos a lo largo del día: en la mañana, a mediodía y por la tarde-noche. Así, las mejores horas para tomar café son entre 10 y 12 de la mañana, y 2 y 5 de la tarde.

EXCELSIOR.-