MÉRIDA.- “Cuídate de la venganza de una mujer”, reza un dicho popular caribeño y esto fue precisamente lo que le pasó a un sujeto oriundo de Quintana Roo, quien por golpear a su esposa propició que ella lo delatara de unos robos que cometía contra embarcaciones pesqueras, en Dzilam Bravo.

Los hechos ocurrieron ayer en el citado puerto, donde un individuo identificado como Bernardo Federico, de 24 años de edadl propinaba una golpiza a su pareja cerca del malecón.

Al acercarse un grupo de policías, la mujer denunció que el sujeto es un ladrón de propelas, que enterraba en la playa.

Alrededor de la 11 de la mañana, elementos de la policía municipal de este puerto recibieron el aviso de que una mujer era golpeada brutalmente por un hombre cerca del malecón.

Al llegar, los agentes rescataron a Sandy Aracely Ambrosio, de 26 años, originaria de Veracruz, quien dijo que su pareja Bernardo Federico la golpeaba.

La mujer denunció también que el sujeto había robado varias propelas de motores de fuera de borda, las cuales enterraba en la playa y luegos las vendía en 500 pesos.

Sandy señaló los lugares donde estaban los artefactos y escarbar en la arena salieron al descubierto las propelas.

Al sujeto no le quedó más remedio que admitir sus robos, pero aseguró que robaba por que los dueños le debían dinero. Sin embargo, este argumento no le ayudó a evitar la cárcel.