MÉRIDA.- Aunque no se tiene la cifra exacta de personas con VIH-Sida en Yucatán sí se sabe que esta entidad es la número uno a nivel nacional en casos nuevos de estas enfermedades de transmisión sexual, señaló Ricardo Hernández Forcada, director del Programa de VIH de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

En su visita a Yucatán, el entrevistado manifestó que este estado tiene un reto de salud importante pero hay que reconocer que las autoridades estatales en materia de salud son muy diligentes, “están haciendo lo necesario para la prevención y la atención de estas infecciones”.

Minutos antes de impartir la conferencia “La criminalización del VIH, una violación a los Derechos Humanos”, en la Casa de la Cultura Jurídica, Hernández Forcada, dijo que la atención a la salud no siempre es idónea, pero para eso están los organismos públicos de defensa de los derechos humanos, como la CNDH para quienes se atienden en las instituciones federales como el IMMS y el ISSSTE, o el Instituto del Seguro Social de las Fuerzas Armadas.

Y para quienes consultan en los Capasits, el Hospital O´Horán y las clínicas públicas estatales está la Codhey.

La conferencia de Hernández Forcada se refirió a la penalización del contagio del VIH-Sida, recordando que es un delito que está previsto en 30 códigos penales de las entidades federativas y en el Código Penal Federal que prevé sancionar a la persona que exponga de manera dolosa la transmisión de un agente patógeno (en periodo infectante) a otra.

En la conferencia el funcionario de la CNDH se refirió a las recomendaciones que ha hecho la Organización de las Naciones Unidas que precisan que no cumple su objetivo esta penalización, pues lejos de prevenir el VIH trae como consecuencia que la gente se aleje del diagnóstico oportuno, del tratamiento y de la prevención.

Manifestó que la ONU pide a las legislaturas locales garantizar que no se vaya a sancionar a una persona inocente, exigiendo los elementos de causalidad, intencionalidad y previbisilidad.

Sobre el tema del VIH-Sida, el entrevistado externó que en México se estima que viven alrededor de 171 mil personas con el virus, y cerca de la mitad ya está diagnosticada, “el tema es la mitad que no lo está”.

Los individuos que viven con el VIH que no han sido diagnosticados corren el riesgo de que la infección progrese y llegue a desarrollar el síndrome y eventualmente morir, son quienes podrían estar transmitiendo el virus”.

La gente diagnosticada cuenta con tratamiento por parte de los servicios de salud del estado, de tal suerte que este tratamiento es tan eficaz que controla la infección; el enfermo aunque no se cura se puede afirmar que no transmite el virus”.

Hernández Forcada señaló que son esas personas las únicas a las cuales se le puede aplicar proceso penal porque solo aquel individuo que ya conoce su estado de salud estaría en la posibilidad de pretender transmitirlo con dolo.

“La dificultad probatoria estriba en acreditar ese dolo que habitualmente se comprueba con el conocimiento previo del diagnóstico”, finalizó.