MIAMI.- Ayer, desde temprano, la noticia corrió como pólvora. Que el papa Francisco estuviera enfermo y tuviera un tumor en el cerebro despertó la curiosidad y preocupación de todos.
Y es que dos diarios nacionales amanecieron en Italia con la noticia de que el Papa “Tenía una mancha pequeña y oscura en el cerebro”, es decir, un pequeño tumor, aunque también aclaraba: “era curable”.

El Quotidiano Nazionale, así como Il Resto del Carlino publicaron en primera plana la noticia que la sala de prensa del Vaticano se encargó de desmentir rápidamente.

El Papa está desarrollando como siempre su actividad intensísima. La difusión de noticias infundadas es gravemente irresponsable y no es digna de atención”, indicó el padre Federico Lombardi.

A unos días de que se clausure el Sínodo para la familia, en donde se esperan importantes decisiones sobre temas delicados y considerados hasta hace poco intocables, como dar la comunión a los divorciados y vueltos a casar, Lombardi atajó algunas afirmaciones de dichos medios.

El Quotidiano Nazionale escribió en su portada sobre un supuesto viaje que hizo de incógnito Jorge Bergoglio hace meses a la región de Toscana, a la clínica San Rossore de Barbaricina, cerca de la ciudad de Pisa, con el objetivo de consultar al prestigiado especialista japonés Takanori Fukushima, quien le habría dicho que su tumor no necesitaba operación.

Otro periódico local, Il Tirreno, aseguró que el Papa nunca fue a Pisa a consultar a Fukushima, pero que habría sido el especialista, experto en tumores en el cerebro y aneurismas, junto con su equipo, quienes volaron en helicóptero desde la clìnica hasta el Vaticano para visitar a Bergoglio.

Ante tales afirmaciones, Lombardi desmintió las versiones y añadió que nunca hubo ningún vuelo de helicóptero hacia Pisa y que el único helicóptero papal que aterrizó en Toscana fue en las ciudades de Prato y Florencia para hacer las pruebas de aterrizaje en vista del viaje que el Papa hará a esa última ciudad en noviembre.

Ante el desmentido del Vaticano, el director del Quotidiano Nazionale, Andrea Cangini, persistió en la versión del tumor que su medio publicó.

El desmentido es comprensible y lo estábamos esperando. Tuvimos parada toda la información para hacer todas las verificaciones del caso. No tenemos la más mínima duda de su verdad”.

En un primer momento se dudó si publicarla, pues se trata de un asunto privado, pero finalmente se decidió hacerlo al creer que el derecho a la privacidad en este tipo de personalidades es menos importante que el derecho de la opinión pública a ser informada”, escribió Cangini en su editorial El deber de escribirlo.

EXCELSIOR.-