MÉRIDA.-  El sacerdote polaco Marcin Pavel Czyz se despide de Mérida luego de cuatro años de actividades religiosas y agradece a la comunidad yucateca su colaboración y apoyo para servir desde la Rectoría del Templo Expiatorio de Nuestra Señora de la Consolación, mejor conocido como el de Las Monjas.

Tras la decisión de la Arquidiócesis de Yucatán de removerlo como responsable de la parroquia, uno de los núcleos de cohesión comunitaria más importantes del Centro Histórico de Mérida, el religioso de origen polaco se despidió de los feligreses, colaboradores, coros, catequistas y todos aquellos que participaron en su misión de servir.

Como promotor de la reciente estancia de las reliquias del Santo Juan Pablo II en Mérida, el religioso nacido en Trzebnica, Polonia –al igual que el extinto Papa-, recordó que un día como hoy, un 16 de octubre, pero de 1978, Karol Wojtyla fue elegido por el Cónclave de El Vaticano como Sumo Pontífice, por lo que pidió una oración en su memoria.

Agradeció al arzobispo Emérito de Yucatán, Mons. Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, su confianza por haberlo invitado a formar parte de la comunidad católica de Yucatán, estado del que destacó la calidez de sus habitantes, la paz y la concordia existentes, así como las ricas tradiciones que lo distinguen.

El sacerdote de la Orden de Salvatorianos reconoció a quienes de manera externa han colaborado con la rectoría del templo, a los coros, en particular a la Escuela Superior de Artes de Yucatán –por los conciertos de música sacra-, asociaciones civiles y los gobiernos estatal y municipal en los trámites y servicios que el templo ofrece.

Antes de partir a su nueva encomienda, el sacerdote expresó su gratitud “a los que simplemente van y comparten la Eucaristía cada domingo, a todos  gracias por su confianza, paciencia, amistad y gratitud, siempre estarán en mis oraciones y en mi corazón siendo partes invaluables de la gran familia que somos en Cristo nuestro Señor”, recalcó.

 “Que Dios nuestro Señor… guarde siempre a este hermoso pueblo Yucateco bajo sus ojos protectores y bajo el manto de nuestra Virgen María y nos otorgue la pronta gracia de un día no muy lejano contar con Hermanos y Hermanas Salvatorianos de origen Yucateco”, puntualizó.

El sacerdote ofició una misa de despedida con la comunidad del templo y recibió toda clase de afectos y parabienes en su próxima misión.