MÉXICO- Controlar el estrés, tener más energía, disfrutar de una vida sexual plena y mejorar el aspecto físico se antoja un sueño inalcanzable.
No obstante, cada vez más especialistas en salud aseguran que esto es posible gracias a la aplicación de la hormona oxitocina, conocida también como “la hormona del amor”.
Por décadas se ha empleado con fines obstétricos, particularmente en la inducción de las labores de parto. Sin embargo, recientes estudios científicos han impulsado nuevos usos de esta hormona producida de forma natural por el ser humano: actualmente se aplica de forma externa para aumentar la libido, reducir el estrés y contrarrestar los efectos del envejecimiento.
En Europa, estos innovadores tratamientos de oxitocina con propósitos estéticos se administran desde hace más de una década.
En Estados Unidos, actualmente están en boga principalmente en clínicas de rejuvenecimiento, y aunque en México su empleo data apenas de hace un par de años, su consumo va rápidamente en ascenso, comenta en entrevista con Dominical Milenio Marco Antonio Buendía, cirujano estético y miembro de la Academia Americana Antienvejecimiento, quien desde principios de 2015 incluye la oxitocina en terapias de reemplazo hormonal que administra a sus pacientes.
Buendía revela que en México estos tratamientos están cobrando auge sobre todo entre profesionistas de 40 a 60 años, con nivel económico medio alto y alto. Las mujeres son las que más lo solicitan pero el médico asegura que cada vez tienen mayor aceptación entre los hombres.
Es un tratamiento muy sencillo: se aplica a través de inyecciones subcutáneas diarias. Las dosis son determinadas luego de realizar un protocolo de estudios hormonales al paciente, y luego debe aplicarse por lo menos durante tres meses”.
El especialista en belleza facial y corporal recomienda el uso de oxitocina principalmente a pacientes con altos niveles de estrés y a aquellos que buscan mejorar su rendimiento sexual.
Buendía está plenamente convencido de los beneficios del uso externo de esta hormona: “proporciona mayor energía y por tratarse de una ‘hormona constructiva’ no solo fortalece el sistema inmunológico, también potencia el desarrollo muscular ya que facilita el aprovechamiento de los nutrientes. Quienes la usan mejoran notablemente su aspecto físico: adquieren mayor tono muscular y su piel luce más hidratada y brillante”.
El cirujano asegura que es un excelente complemento de otros tratamientos como la aplicación de botox o rellenos para disminuir las arrugas. Administrar esta hormona, dice, retrasa métodos más drásticos como cirugías plásticas.
Uso sin control
En México, cada vez son más los médicos que incluyen la oxitocina en sus tratamientos, e incluso ya es posible adquirirla a través de internet con poco o ningún control sobre su administración.
Angélica Cortés, contadora de 48 años, se enteró de este novedoso tratamiento durante una consulta médica. Al buscar información de la hormona en internet, encontró el sitio de una clínica en la Ciudad de México que no solo comercializa la hormona, también imparte talleres de capacitación a médicos que quieran incluirla en sus tratamientos.
La página electrónica anunciaba una promoción: terapia de oxitocina para 50 días a un costo de 2 mil 270 pesos. Los requisitos para su uso son no tener alteraciones en la presión arterial, no ser alérgico a la penicilina y no estar embarazada.
Luego de una breve asesoría telefónica y sin ningún estudio médico de por medio, recibió en su hogar las dosis inyectables que ella misma se aplicó diariamente. Se le informó que algunas de las reacciones al inyectarse la hormona serían sensación de calor, enrojecimiento de mejillas y orejas, y dolor de cabeza. Estos síntomas, le dijeron, son indicio de niveles bajos de la hormona.
Angélica está satisfecha con los resultados del tratamiento: dice que le ayudó a dormir mejor, a rendir más en el gimnasio y a cambiar positivamente su estado de ánimo.
Charlie Wills, médico especializado en tratamientos antienvejecimiento y director de Stress & Sleep Center, clínica que ofrece tratamientos basados en esta hormona, ha escrito diversos artículos sobre los beneficios de la oxitocina, destacando entre ellos la disminución del estrés cardiovascular y la recuperación del sistema inmunológico. No tiene duda de que “su producción es esencial para crear lazos fuertes y mejorar interacciones sociales”.
Su opinión coincide con estudios médicos como el publicado en la revista científica Nature, donde se asegura que la “oxitocina aumenta la confianza en el ser humano”.
El empleo de la oxitocina con fines estéticos es reciente en México, por lo que se desconocen aún los efectos adversos. Los médicos que la aplican aseguran que por ser una sustancia producida por el ser humano de forma natural no hay daños colaterales, pero ya empiezan a levantarse voces de especialistas en salud que argumentan que el sistema hormonal es muy complejo y la administración externa de una sustancia podría desequilibrar su estructura.
Por otro lado, continúan las investigaciones científicas para otros posibles usos: algunos siquiatras ya están recetando la hormona a personas con estrés postraumático y a pacientes con autismo.
¿Placebo o medicina prodigiosa? Difícil asegurarlo, lo cierto es que la oxitocina ha incursionado con éxito en la lista de tratamientos estéticos solicitados por los mexicanos.
AGENCIAS.-