MÉRIDA.- Luego de ser cambiado de la delegación de la Sedesol a la Secretaría de la Juventud, Luis Borjas Romero acudió de inmediato a la Cámara de Diputados para hablar con su protector Jorge Carlos Ramírez Marín, ante quien se puso a llorar como niño al que le quitaron un juguete.
De acuerdo con versiones de personas que presenciaron el espectáculo, Borjas Romero salió llorando de la oficina de Ramírez Marín, en el recinto de San Lázaro, ya que por más que suplicó no pudo evitar que lo corrieran de la Sedesol.
Todo indica que Borjas Romero pasa por un período de “mala suerte”, pues además de que lo corrieron de la Sedesol ahora ha sido exhibido como prepotente, ya que cuando en un bar de la ciudad le pidieron su identificación de forma altanera le preguntó al inspector que si no sabía quién era él.
Es amigo de los bares”, dicen algunos que lo conocen desde muy joven, pues desde temprana edad comenzó a laborar en bares, siendo en Nicxa en donde “se graduó”, junto a Álvaro Traconis, quien era el niño consentido del extinto Nicolás Xacur.
Muchos jóvenes lo consideran como un indigno secretario de la Juventud, pues con sus acciones y forma de ser no representa a la juventud yucateca.
Su paso de tres años por la delegación de la Sedesol tuvo resultados desastrosos, pues demás de dejar graves problemas con los programas, el local luce abandonado y feo. Además muchos de los trabajadores lo califican como soberbio y prepotente que nunca habló con los empleados, ya que cuando llegaba a su oficina se encerraba.