MÉRIDA.- A partir de este viernes, dos juzgados penales tradicionales se fusionarán en uno solo, lo que genera un enroque de jueces yucatecos.

Los cambios mantienen en zozobra a los demás trabajadores, pues no saben qué les espera.

Según trascendió, los actuales titulares de los juzgados Primero y Segundo penal, Luis Felipe Santana Sandoval y Rubí Guadalupe González Alpuche, intercambiarán despachos.

De esta forma, el juzgado Primero penal estará a cargo de la licenciada González Alpuche, pero este tribunal se fusionará con el Juzgado Séptimo, que desaparecerá definitivamente.

Su titular, el juez Kenny Martins Burgos Salazar, quien también es juez de control en Progreso, se quedará solo en este último cargo.

Parte del personal del juzgado Séptimo se distribuirá en los juzgados Primero y Segundo, pero el resto desconoce a dónde irá a parar.

El enroque de jueces se debe a que la jueza Rubí González ha sido titular del juzgado Séptimo, de manera que conoce los expedientes que se heredarán al juzgado fusionado.

El sistema tradicional aún funciona, pero sólo con casos antiguos, por sentencias que no se emiten aún, apelaciones de las que ya se dieron y con las órdenes de aprehensión que aún están por llegar.