PROGRESO.- Víctima de un fulminante infarto al corazón, el martes en la madrugada falleció el joven pescador Pedro Manuel Uicab Ucán, de 32 años de edad, mientras dormía a bordo del barco “Nicte Ha II”, que se dedicaba a la pesca de pulpo, a 100 kilómetros de este puerto.

Fernando, hermano de Pedro Manuel, fue quien descubrió que su pariente ya había muerto, cuando el martes a las seis de la mañana fue a despertarlo para comenzar a trabajar y descubrió que estaba frío y no se movía.

Originario de Kanasín y casado con Candelaria Amparo Pech Uicab, el infortunado pescador dejó en la orfandad a un niño de 11 años de edad. Pedro Manuel, según explicó su esposa, estaba sano, no padecía enfermedad alguna y tenía 16 años como pescador, tiempo en el que  viajó en barcos de la flota mayor.

Candelaria Pech, así como demás familiares de Pedro Uicab, llegó ayer por la tarde a los muelles de Yucalpetén para esperar el arribo del barco que traía el cuerpo de su difunto esposo, quien a bordo del pesquero fue identificado por su hermano Fernando, de 41 años de edad y quien también viajaba en el “Nicte Ha II”. Explicó a los agentes ministeriales como ocurrió el deceso de su familiar y la hora en que se dieron cuenta que ya había fallecido.

El “Nicte Ha II”, propiedad del empresario Martín Velázquez Cuevas, zarpó apenas el viernes pasado para la pesca de pulpo, al mando del patrón Jesús Puc, vecino de San Crisanto. En el barco viajaron en total 16 pescadores.

Según explicó Fernando Uicab, el lunes trabajaron de manera normal y su hermano menor pescó en su alijo; en la noche cenaron y se acostaron a dormir como a las 10 de la noche. Ayer martes, como de costumbre se levantaron a las cinco de la mañana para desayunar y luego bajar los alijos para la pesca del día, pero  notaron que Pedro Manuel no se levantó.

A las 6 de la mañana, pensando que todavía dormía, Fernando acudió a la litera para despertarlo y fue cuando se dio cuenta que no se movía, ya estaba frío y muerto.

Sorprendidos los pescadores y sin saber qué hacer suspendieron la pesca y el patrón del barco reportó el caso a la Capitanía de Puerto de Yucalpetén, y le ordenaron retornar a puerto. El barco arribó a las 4 de la tarde y una hora después bajaron el cuerpo del pescador fallecido.

Personal del Servicio Médico Forense, agentes ministeriales y policías municipales abordaron la embarcación. El médico dictaminó que la causa de la muerte fue fulminante infarto cardiaco y el pescador murió como a las tres de la madrugada; su muerte fue silenciosa y sus compañeros no se dieron cuenta.

Debido a que fue fallecimiento patológico, el cuerpo fue trasladado a la funeraria Reyes Rodríguez y después lo trasladaron a Kanasín, en donde hoy fue sepultado. Martín Velázquez, dueño del barco se encargó de cubrir los  gastos.