MÉRIDA.- Aunque no había pasado ni un mes desde que asumieron el cargo de legisladores locales, los panistas Elías Lixa Abimerhi y Manuel Díaz Suárez ya se sienten “alcalde” de Mérida y “diputado federal”, respectivamente.
En una muestra de extrema soberbia el libanés -ahijado político de Renán Barrera Concha- dice que él será el próximo candidato a la alcaldía de Mérida por el PAN, y afirma muy seguro de si mismo que “si Renán y Vila fueron diputados del cuarto distrito local y llegaron a ser alcaldes, yo también puedo”.

“Recomiéndame a tu sicólogo”, responden panistas en tono de burla a Lixa Abimerhi por la excesiva confianza que muestra al asegurar a sus escasos seguidores que para la presidencia municipal de Mérida “él sigue”.

Basta señalar que Elías Lixa es recordado como el “besamanos” del gobernador Rolando Zapata Bello, pues el pasado 15 de septiembre abandonó la verbena popular del PAN en el Parque de Mejorada para ir al Palacio de Gobierno a dar el grito, y al llegar al palacio hizo una reverencia al mandatario estatal.

En las redes sociales los militantes panistas deploraron que casi toda la bancada de legisladores locales de Acción Nacional haya acudido al Palacio de Gobierno a abrazar a Rolando y convivir con todos los priistas.

De igual forma, es un secreto a voces que Lixa Abimerhi patrocinó toda la asesoría jurídica que necesitó Josué Camargo cuando solicitó un recurso de revisión al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación con tal de quitarle la diputación a Cinthya Valladares Couoh, cuando supo que la Sala Regional de Xalapa había fallado a favor de ella. La intención de Lixa era impedir a toda costa que “Yuri” que llegue al Congreso, y lo logró.

Por otro lado, el Dr. Manuel Díaz Suárez, con tal de llegar a ser “diputado federal” por el cuarto distrito busca tener el camino libre, y desde ahora opera para imponer a Henry Cetina Cámara como presidente del Comité Directivo Municipal del PAN en Mérida.

Como informamos, Cetina Cámara ha hecho buenos “bisnes” tanto con dirigentes panistas como con Angélica Araujo Lara cuando fue alcaldesa de Mérida.

Incluso, en facebook Cetina Cámara reclamó el cobro de un millón de pesos a la ex presidenta municipal priista y hasta aseguró que tiene facturas. Y aún con ese antecedente el diputado Díaz quiere imponerlo como dirigente municipal del blanquiazul.

Pero Manuel Díaz es experto en imponer a sus allegados, como fue el caso de su compadre Mario Vega Bastarrachea, a quien colocó en la nómina del desaparecido Instituto Municipal de Salud cuando era titular.

Y Díaz Suárez se mostró tan espléndido que colocó tanto a Vega Bastarrachea como a la esposa de éste en el citado Instituto, es decir, sus dos compadres cobraron (como hasta la fecha) un excelente sueldo en el Ayuntamiento de Mérida. Así que el legislador local está acostumbrado a imponer gente en cargos públicos.

Y se jacta de que ganó el quinto distrito local; solo basta recordar que esa demarcación electoral cualquier panista la gana, porque la gente que vive ahí siempre vota por Acción Nacional; además, hay que considerar que Lorena Farah, su rival del PRI, ni siquiera hizo campaña, por lo que no tuvo ningún mérito su triunfo en el citado distrito.