MÉRIDA.- Todo indica que la esposa del presidente Enrique Peña Nieto se pasea por todo el país a costa del erario, con el pretexto de conocer todo México y las necesidades de la población en especial de las escuelas, pero eso debió hacerlo en un año cuando mucho, para poder poner en marcha acciones que resuelvan los problemas que detecte.

Ya ha pasado la mitad del sexenio y sigue recorriendo el país, sin acciones ni planes y sin tener una visión concreta y real de México. La visita de ayer jueves de Angélica Rivera a la comisaría progreseña de Paraíso no dejó nada bueno para Yucatán.

Sólo posó con niños pobres, actuó como si le importaran, regaló pasteles y se fue. Fotos y poses, pero nada concreto. Más circo, actuación y espejitos.

Hubo despilfarro de recursos por una visita que no dejó nada, de modo que actos como esos sólo ofenden al ciudadano común que a diario lucha para llevar el pan de cada día a su hogar.