MÉRIDA.- Tras confesar que mató a su padre porque no quiso prestarle un triciclo, Gilberto Rafael Chi Tun fue declarado penalmente responsable de homicidio en razón de parentesco y lesiones calificadas, delitos por los que podría recibir una condena de 23 años en prisión.

El sujeto se sometió a un proceso abreviado y en audiencia celebrada ayer el Ministerio Público pidió, además de la pena de cárcel, que se le sentencie al pago de la reparación del daño, se le suspendan sus derechos políticos y se le nieguen los beneficios de ley.

La lectura y explicación de la condena se programó para mañana jueves en el Juzgado de Control con sede en Umán.

Los hechos ocurrieron el pasado 26 de febrero, cuando Gilberto llegó a su domicilio en el centro de Samahil y al ver a su padre Rosalío Chi Aké desyerbando en la terraza le pidió su triciclo para ir a recoger chatarra y venderla para comprar licor.

Su padre le dijo que no se lo iba a prestar porque estaba borracho, entonces el sujeto le respondió que no estaba ebrio sino drogado y que lo iba a matar.

Entonces arremetió contra su progenitor, al que golpeó en varias partes del cuerpo. Al ver la agresión intervino Elda María Tun Tun, madre del homicida, pero también la golpeó y la mordió.

Fuera de sí, Gilberto sujetó a su padre por el cuello y así lo mantuvo hasta que llegó la policía.

A causa de sus lesiones, Rosalío Chi falleció días después.