MÉRIDA.- Bastantes años tardaron las autoridades municipales en “descubrir” que existen en el centro histórico de Mérida varios “ciber-cafés” que en realidad funcionan como moteles para homosexuales urgidos.
Aunque es un secreto a voces el verdadero giro de estos negocios, funcionaban sin ningún problema, pues nadie se metía con ellos, a pesar de estar a la vuelta de la sede del Ayuntamiento de Mérida y de ser la demarcación que corresponde vigilar a la Policía Municipal.

Este medio de comunicación informó el pasado 24 de abril (hace cinco meses) que el ciber café “Vip Zone”, ubicado en la calle 61 entre 62 y 64, es un punto de encuentro de homosexuales que sostienen relaciones entre ellos (aún sin conocerse) con tal solo pagar la renta de una computadora.

Revelamos oportunamente que de acuerdo a nuestros informantes el precio de la hora es de $18, y la media hora vale $10; asimismo, el requisito exclusivo para ingresar es ser varón, porque a las mujeres se les niega el acceso con el argumento de que “no hay computadoras”.

A este ciber acuden estudiantes de preparatoria, que podrían ser menores de edad, así como hombres mayores en busca de aventuras.

Una vez adentro cualquiera puede tener sexo con quien guste, siempre y cuando el otro individuos quiera.

De esta forma, los homosexuales que asisten a este establecimiento no tienen que cortejar a nadie ni mucho menos pagar un hotel, porque ahí mismo pueden sostener relaciones con desconocidos.

El “ciber-café” cuenta hasta con baño para que luego de las prácticas sexuales los usuarios puedan lavarse cuando menos las manos y retirarse como si nada hubiera pasado.

Evidentemente al interior las luces están apagadas para acabar con las inhibiciones y para que la gente pueda practicar el sexo sin temor a ser reconocidos fácilmente.

Usuarios de redes sociales comentaron en aquel entonces que desde hace años opera así el citado “ciber” y muchos refirieron haber entrado “por curiosidad”.

(Luego de esta investigación otros medios de comunicación acudieron al sitio para corroborar lo que este portal informativo dio a conocer en exclusiva).

De esta forma, han pasado varias administraciones municipales y ninguna pudo “darse cuenta” del auténtico giro de estos “cibers”, y es que están “frente a sus narices”.