MÉRIDA.- Toda una lacra social es Juan Gerardo Aguilar Torres alias “Och”, a quien vecinos de la colonia Fidel Velázquez le dieron un escarmiento tras asaltar a unas personas y tomar como rehenes a unos niños que dormían en un predio donde se refugió para escapar de la policía.

El sujeto fue rescatado por agentes de la SSP que se lo llevaron detenido. Sin embargo, según vecinos ya está de nuevo en la calle, dispuesto a delinquir, aunque los habitantes de la Fidel Velázquez advirtieron que le volverán a dar un escarmiento si lo ven por ahí.

“Och” fue sacado a puñetazos, patadas y golpes con palos del predio donde se escondió tras el asalto. La enardecida multitud entró por él porque había amenazado con hacerles daño a los niños si no lo dejaban escapar.
De acuerdo con expedientes periodísticos y policiacos, en noviembre de 2013 Aguilar Torres y su esposa protagonizaron un incidente con la policía que derivó en la muerte de la mujer.

Los hechos ocurrieron cuando agentes ministeriales investigaban un robo que se atribuyó a “Och”. Sin embargo, cuando los agentes fueron a verlo a su casa, su esposa Lucinda Cauich Uh atacó a uno de los policías con unas tijeras de podar, causándole heridas en la espalda.

Durante el forcejeo con los ministeriales se produjo un disparo que impactó a Lucinda, quien finalmente murió en un hospital por heridas de bala.

La pareja mantenía asolados a sus vecinos en la colonia Amalia Solórzano, y en aquella ocasión “Och” acumuló 11 denuncias por robo.

Precisamente por esos casos estuvo preso hasta hace unos días, pero no pasó mucho tiempo para que de nuevo volviera a delinquir, aunque en esta ocasión sus vecinos de la Fidel Velázquez no estuvieron dispuestos a soportar sus fechorías y le dieron tremendo escarmiento.
La policía lo rescató ensangrentado por los golpes que le propinaron los vecinos, que advirtieron que la próxima ocasión el castigo será más fuente contra “Och”.

Sin embargo, Aguilar Torres ya está de nuevo en la calle y rondando la Fidel Velázquez.

En 2013 el sujeto contaba con 32 años, de los cuales la mitad los había pasado preso, y la otra delinquiendo. Desde 1993, cuando era menor de edad, fue preso en el titular de menores por robo con violencia y portación de armas prohibidas, 94 por robo y amenazas, hasta el 97, todos los años por robo, de ahí al 2001, por robo y portación de armas, 2008, 2009 por los mismos delitos, en el 2010 por delitos contra la salud en modalidad de narcomenudeo, 2011 por robo y en el 2013 robo con violencia, en total 25 ingresos al penal.

Los numerosos ingresos de “Och” al Cereso no le han servido de nada para regenerarse. Ni siquiera la muerte de su esposa lo conmovió para enderezar su vida. La mujer también era una fichita, pues tenía ingresos al reclusorio, aunque no tantos como su violento marido.
FORMAL P.-