MÉXICO.- El Equipo Argentino de Antropología Forense, que participa en la investigación sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, advirtió que en el basurero de Cocula no ha sido encontrado hasta la fecha ningún resto perteneciente a alguno de los estudiantes raptados por fuerzas de seguridad pública en septiembre de 2014.

Los peritos argentinos detallaron que, por el contrario, lo que sí se ha logrado demostrar es que algunos de los restos encontrados en dicho basurero definitivamente corresponden a otras víctimas no identificadas, y no al grupo de normalistas atacados en Iguala.

De los restos óseos recuperados en el basurero, aclaró el equipo argentino, sólo siete muestras pudieron ser analizadas genéticamente por la Universidad de Innsbruck, Austria, y en todos los casos se comprobó científicamente que se trata de huesos de origen no humano.

Por otra parte, se pudo comprobar también que al menos uno de los restos humanos hallado en el basurero –una prótesis dental– pertenece a una víctima no identificada, ajena al grupo de normalistas desaparecidos, ya que ninguno de estos estudiantes contaba con tales intervenciones vocales.

El Equipo Argentino de Antropología Forense aclaró que otros tres restos óseos que fueron analizados genéticamente en Innsbruck, y que permitieron la identificación de Alexander Mora Venancio y de Jhosivani Guerrero de la Cruz –dos de los normalistas desaparecidos–,no fueron encontrados en el basurero de Cocula, sino que fueron presentados por la PGR, luego de que supuestamente los hallara dentro de una bolsa plástica, en el río San Juan.

No obstante, el equipo de antropólogos forenses advirtió que, hasta la fecha, prevalecen “serias interrogantes” en torno a la veracidad de dicha versión oficial sobre el hallazgo de esta bolsa, ya que las autoridades mexicanas no les permitieron participar en la supuesta recuperación de dichas evidencias y tampoco han presentado la cadena de custodia que pruebe, pericialmente, que tales restos fueron verdaderamente extraídos del río San Juan.

Mediante un comunicado emitido ayer, 17 de septiembre, el grupo de especialistas  –cuya participación en las investigaciones fue exigida por las familias de las víctimas– aclaró que “el Equipo Argentino de Antropología Forense fue convocado por la PGR al lugar (del supuesto hallazgo) cuando ya se encontraba la bolsa de restos abierta y la muestra en cuestión ya se encontraba junto con otras sobre un área de limpieza”.

Por esta razón, los expertos argentinos no pueden confirmar que dichas evidencias efectivamente hayan sido encontrados en las circunstancias y en el lugar en los que afirman las autoridades mexicanas.

Identificación de Jhosivani no es definitiva

Por otra parte, el Equipo Argentino de Antropología Forense también informó que la identificación de los restos del joven Jhosivani Guerrero de la Cruz –anunciada el 16 de septiembre pasado por la Procuraduría General de la República– no es definitiva y “sólo puede ser considerada como una posibilidad”.

Aún cuando los expertos argentinos reiteraron que el trabajo de análisis genético realizado por la Universidad de Innsbruck “es de alta calidad científica”, también insistieron en que, según el laboratorio de dicho centro académico, la posibilidad de que la muestra analizada pertenezca a Jhosivani es sólo de 73 contra 1, por lo que dicha posibilidad resulta, en realidad, “baja en términos estadísticos”.

El Equipo Argentino explicó que, en materia de antropología forense, existe un término conocido “contexto de caso cerrado”, el cual se aplica para situaciones en las que se cuenta con un “listado claro” de las personas a las que pertenecen los restos a identificar, como sería, por ejemplo, un accidente aéreo, en el que en la zona siniestrada sólo existen restos humanos pertenecientes a los pasajeros del avión, y de nadie más, cerrándose de esta forma la posibilidad de una confusión en la identificación genética.

En una situación así, se insistió, una posibilidad de identificación de 73 contra 1 es considerada alta.

Sin embargo, aclararon los expertos argentinos, éste no es el caso de los restos que según las autoridades fueron encontrados en Cocula, ya que en la supuesta zona del hallazgo también se rescataron restos humanos que no pertenecen a ninguno de los normalistas.

Así, señaló el equipo argentino, “por el momento, nos encontramos ante un ‘caso abierto’”, en donde el universo de posibles identificaciones no se restringe a la lista de 43 normalistas desaparecidos, sino que se amplía a un número indeterminado de víctimas.

El Equipo Argentino reiteró que en el norte de Guerrero existen al menos 300 denuncias de desapariciones forzadas, acumuladas en los últimos cinco años.

Por ello, en el caso hipotético de que alguna de esas 300 víctimas estuviera genéticamente vinculada con Jhisivani, y si los restos de esa persona hubieran sido recuperados en Cocula, existiría entonces la posibilidad de que dichos restos pudiesen ser erróneamente atribuidos al normalista desaparecido.

“Toda esta información –señaló el equipo argentino– coloca esta investigación en el marco de un caso abierto, en donde restos de víctimas de distintos episodios de desaparición, pueden encontrarse en los mismos lugares de depositación”.

Por esta razón, concluyó el Equipo Argentino de Antropología Forense, “el valor del resultado obtenido sobre la muestra que podría pertenecer al joven Jhosivani Guerrero de la Cruz disminuye significativamente y sólo puede ser considerada como una posibilidad”, y no como un resultado definitivo.

ANIMAL POLÍTICO.-