MÉRIDA.- Más rápido cae un hablador que un cojo, versa sabio refrán que aplica como anillo al dedo a los diputados panistas por repechaje Rafael Montalvo Mata y Moisés Rodríguez Briceño que después de decir hasta el cansancio que ellos representaban al interior del estado ahora de Mérida no se mueven.

En varias ruedas de prensa tanto Moisés Rodríguez como Rafael Montalvo decían que ellos merecían ser legisladores locales por repechaje, ya que representaban miles de votos de ciudadanos del interior del estado.

En infinidad de entrevistas declararon que no puede ser posible que para las diputaciones por repechaje el IEPAC tomara en cuenta solo a candidatos de Mérida, municipio que según ellos estaba “sobrerrepresentado”.

Y ya que tomaron protesta ambos legisladores no se mueven de la capital del estado en lugar de visitar los municipios a los cuales se comprometieron atender.

Tanto Moisés Rodríguez como Rafael Montalvo parecen ser escoltas del presidente estatal del PAN, Raúl Paz Alonzo, pues no se separan de él. Además, en lugar de visitar los ayuntamientos panistas de sus respectivas demarcaciones solo acompañan al alcalde de Mérida Mauricio Vila Dosal en recorridos por las instalaciones de la Comuna.

Sin duda, los dos legisladores mordieron su lengua porque primero gritaron a los cuatro vientos que el IEPAC cometió una “injusticia” al no otorgar los repechajes a los candidatos del interior del estado, y ahora que están en el cargo se olvidaron de sus distritos.

El colmo fue cuando ambos panistas, junto a Raúl Paz, Josué Camargo y Elías Lixa fueron al Palacio de Gobierno la noche del 15 de septiembre para saludar al gobernador Rolando Zapata y dar el grito de Independencia con él, en lugar de quedarse a convivir con los panistas que acudieron a la verbena en el Parque de Mejorada, donde celebraron el aniversario de la fundación del PAN.

Como mencionamos en nota aparte, luego de desangelado discurso en Mejorada todos los legisladores locales del PAN se fueron corriendo al Palacio de Gobierno en lugar de quedarse a convivir con los panistas.

Tanto Moisés Rodríguez como Rafael Montalvo lograron en tribunales lo que no pudieron en las urnas. Basta recordar que perdieron de forma contundente las elecciones y gracias a la suerte llegaron al Congreso del Estado, igual que Josué Camargo.

Decimos que gracias a la suerte, porque si el Partido Movimiento Ciudadano hubiera alcanzado tan solo 300 votos más de los que obtuvo uno de ellos no sería diputado. Así que en tan solo 17 días los dos legisladores olvidaron el compromiso que hicieron con la gente de sus localidades para saborear los placeres del poder en la capital del estado, de donde no se mueven.

Recordamos que Moisés Rodríguez es diputado por el distrito XV y Rafael Montalvo por el XIII.

Manuel Argáez Cepeda (distrito X) ocupó una curul en el Legislativo local de la misma manera que los dos mencionados, pero él sí regresó a su demarcación.

Al igual que ellos, la diputada federal Kathia Bolio Pinelo prefirió abandonar a la militancia panista reunida en el Parque de Mejorada para “codearse” con los priistas con quienes se le vio muy a gusto.

En las redes sociales los usuarios le echaron en cara a los dos flamantes diputados por repechaje que en lugar de haber ido al Palacio de Gobierno hubieran ido a dar el grito en los municipios panistas de sus distritos.

Como es de conocimiento público, el único mérito de Moisés Rodríguez es ser amigo del ex diputado Edgardo Medina, y ambos quieren imponer a un desconocido en la secretaría de Acción Juvenil de Mérida.