TELCHAC PUERTO.- Ayer domingo numerosos pescadores aprovecharon un arribazón de especies marinas, entre ellos pulpos y langostas, que huyen de la marea roja que se da en Dzilam Bravo y pescaron cerca de la orilla del mar y en el muelle.
“Hace años que no se veía esto, ya que la última vez ya tiene unos cinco años -en 2011-, cuando el agua mala pegó por Dzilam de Bravo y las especies recalaron en toda la costa noreste” señalaron varios pescadores mientras tiraban sus “tarrayas” en el agua para la captura del molusco y langosta, así como camarones que se encontraban a unos metros de la orilla de la playa.
Desde la noche del sábado numerosos pescadores comenzaron a preparar sus alijos y embarcaciones, junto con sus redes, bicheros y jamos, ya que tenían previsto que el domingo habría una gran recalada de las especies que comenzaron a capturar desde las 4:30 de la mañana.
Apenas estaba amaneciendo y cientos de personas abarrotaron el lado oriente y poniente de este puerto para instalarse en la orilla de la playa, y así iniciar con su jornada de captura a la que se sumaron visitantes de la capital del estado y municipios cercanos que se enteraron sobre la “arribazón”.
“Parece que Telchac Puerto esta en temporada veraniega”, señalaron varias personas que se encontraban en el muelle esperando para comprar langosta, que fueron vendidas hasta en 300 pesos cada una, según el tamaño.
“Ya salió para el cebiche del domingo”, exclamaron los porteños, mientras otros decían “Hay un pulpo ahí, agárralo, hay una langosta trae el jamo”.
Las especies capturadas eran metidas en bolsas, cubetas, neveras y contenedores de plástico que trajeron los pescadores.
“No buscamos que pescar si pulpo, langosta o camarón”, dijeron sonriendo varias mujeres junto con sus hijos que portaban sus jamos.
El sábado en la noche varios pescadores tiraron sus redes que sacaron ayer domingo en la mañana y pescaron decenas de ejemplares de langosta y pulpo, que de igual forma podían ser atrapados a un metro de la playa; numerosos niños se divirtieron a la hora de atrapar el molusco que se enredaba en sus manos y brazos, por lo que lo tiraban rápidamente en la arena.