MÉXICO.- La inglesa Nikki Pegram, de 28 años, lleva todos los días al colegio a su hijo Freddie, pero no puede recordar cuál es su aula ni el nombre de su profesora. El 15 de octubre de 2014 se cayó cuando salía del hospital tras una cita médica por un problema de rodilla. Se golpeó la cabeza con una barra de metal y sufrió una pérdida extrema de memoria.
Ahora se levanta a diario pensando que es el mismo día de su cita con el médico. Sufre una amnesia anterógrada, condición que hace imposible que su cerebro cree nuevos recuerdos.

Nikki sólo puede mantener nuevas memorias durante unas 15 horas. Después, dice que se vuelven “borrosas”. Sobrevive a la vida cotidiana tomando notas y leyendo su diario, que mantiene desde el accidente y que está en la mesa de noche todas las mañanas.

Es una libreta azul que en su portada dice “Diario de pérdida de memoria. Lee tan pronto como te levantes”. Según su pareja, Chris Johnston, Nikki lo lee de forma íntegra cada mañana antes de iniciar el día. Y se sorprende a diario aprendiendo que hace once meses tuvo un accidente que le causó una herida grave en la cabeza. Y que no ha podido recordar nada nuevo desde entonces.

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También aprende otros detalles, como qué día es hoy, qué le regalaron en Navidad o quién es el actual primer ministro británico. Chris la animó a mantener el diario para preservar sus propios recuerdos por escrito.

“Algunos días está realmente deprimida y le da mucho temor, y otros está bien… hay días en los que no se quiere levantar de la cama”, describió Chris Johnston. “Vive al día: no sabe qué hizo ayer, ni la semana pasada, ni el mes pasado”. Y agregó: “Depende de su diario y de mí”.

Johnston contó a la cadena británica BBC que recientemente celebraron su cumpleaños número 40 pero que ella no recordaba nada al respecto. La condición de Nikki ha sido muy dura también para su hijo de cuatro años, Freddie, al que le tienen que explicar con frecuencia que su madre no puede recordar lo que hicieron el día anterior.

Rob Poppleton, consultor clínico en neuropsicología, explica que la amnesia anterógrada que padece Nikki “interrumpe la capacidad de aprender nueva información, la memoria del aquí y ahora”. “Las memorias no se asientan permanentemente, lo cual es muy angustiante para la familia y los cuidadores”, explicó. No obstante, su pareja dice que ha habido algunas mejorías leves.

Contó que ocasionalmente Nikki se levanta y se acuerda de un sueño, algo que él interpreta como una señal de esperanza. “No es mucho, pero es algo, y te tienes que aferrar a eso”, dijo.

Cómo trabajar

Según su compañero, Nikki todavía no ha recibido un pronóstico definitivo para su amnesia. Inicialmente pensaron que sería algo temporal y que podría recuperar la capacidad de recordar. Pero ya ha pasado casi un año desde el golpe y Chris leyó con preocupación que algunas personas nunca recuperan la memoria después de un accidente.

Nikki solía dirigir un bar pero ahora no trabaja. Sin embargo, la autoridad británica que administra las ayudas por discapacidad, el Departamento de Trabajo y Pensiones, acaba de decidir que Pegram sí que puede trabajar, una decisión que ha sorprendido a su pareja.

“Decidieron que sí puede trabajar porque puede caminar 200 metros y porque puede hablar sin ayuda”, le dijo a la BBC. “Ella no puede trabajar: no sabrá dónde está trabajando, qué está haciendo, tendrían que entrenarla todos los días”, comentó.

Johnston, que es guardaparques, dijo que apelarían la decisión, porque esperaban recibir más ayuda. Entretanto, Nikki sigue dependiendo para todo de su diario. En él lee lo que debe hacer cada día cuando se levanta. Lo último que recuerda sigue siendo su cita con el doctor aquel 15 de octubre de 2014.
INFOBAE.-