MÉRIDA.- Un caso de injusticia laboral cometida por Isstey, avalada por el director Ulises Carrillo Cabrera, salió a relucir en las redes sociales, luego que un usuario compartiera la historia de un leal trabajador que falleció como consecuencia de una canallada.
Se trata del Sr. Luis Antonio Gamboa quien al intentar jubilarse, luego de más de 30 años de trabajar en la administración estatal, descubrió que su patrón, la Secretaría de Obras Públicas- el Instituto para la Construcción y Conservación de Obra Pública en Yucatán, no había pagado las cuotas respectivas.
Por ello, el ISSTEY solamente consideraba 22 años de cuotas, ignorando totalmente más de ocho años de labor, periodo en el que incluso recibió un reconocimiento de manos del gobernador Rolando Zapata “por sus 30 años de entrega y firme dedicación como servidor público de nuestro estado”.
El Sr. Gamboa necesitaba jubilarse por su deteriorado estado de salud, además de que en el Hospital H´Orán le fue diagnosticada insuficiencia cardiaca congestiva, hipertensión arterial sistémica, diabetes mellitus tipo II, neuropatía diabética y obesidad.
Por todo lo anterior de acuerdo al diagnóstico establecido procedía la incapacidad por invalidez total y permanente ante el puesto específico de apoyo administrativo.
Cuando se enteró que más de ocho años su patrón (SOP-INCOPY) no pagó sus cuotas tuvo que promover una demanda laboral ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, reclamando entre otras cosas que se le reconociera su antigüedad como trabajador.
El problema se suscitó cuando al señor Gamboa le retiraron el servicio médico del IMSS por instrucciones del titular del ISSTEY Ulises Carrillo Cabrera; lo que complicó aún más su situación, ya que el cardiólogo que lo atendía le prescribió una máquina conocida como “BIPAB” o de Presión Positiva de Vía Aérea de dos niveles (Sistema de bipresión positiva BIPAP) que es una forma de soporte respiratorio temporal para pacientes que tienen dificultad de respirar.
Luis Antonio Gamboa expuso su caso al director del ISSTEY, Ulises Carrillo, pero éste nunca dio una respuesta favorable al afectado.
Luego de dar muchísimas vueltas, el Sr. Gamboa murió el 25 de agosto pasado; hoy su viuda, la Sra. Virgina Rosado Balam, promueve una demanda reclamando una indemnización por $30 millones.