MÉRIDA.- La injerencia de Claudia Canto Mézquita en la Tesorería municipal es grande, de modo que se pasa todo el día ahí e incluso había pedido que le pongan una oficina; además, protege a sus nefastas amigas, muchas de las cuales ya estaban en la lista de despidos, como Guadalupe Canché. A ver si Mauricio Vila toma el toro por los cuernos y pone en su lugar a la síndico.
Se dice que la inmensa mayoría de las dependencias municipales ya realizaron sus cambios de personal, pero en Tesorería los frena Claudia Canto, por encima de la tesorera actual Laura Muñoz Molina, quien ni pinta ni da color y es un títere de la síndico.
“Claudia Canto protege a sus lambiscones, además de que trata de mandar en la Tesorería, ante la complacencia del alcalde, quien, o no sabe de la situación o se la ocultan sus directores”, indicó una fuente que pidió el anonimato.
Esperemos que el alcalde tenga la suficiente firmeza para realizar los cambios y que no deje que Claudia lo manipule, como hizo con Renán Barrera, finalizaron los entrevistados.