MÉRIDA.- En apenas ocho días de trabajo, el alcalde Mauricio Vila Dosal ha dado muestras de voluntad de hacer bien las cosas y de marcar una pauta diferente, real y palpable en su actuación en beneficio de los ciudadanos y de la transparencia, pues se rebajó el sueldo, usa su propio vehículo con gastos a su cuenta y asignó la camioneta que la comuna le daba, como ambulancia de traslado a San José Tzal.
Las acciones emprendidas por el alcalde son concretas y medibles, de modo que abonan a la transparencia, sobre todo en momentos en los que la falsa apariencia domina a los políticos, que hacen cosas en busca de reacción mediática que de hechos concretos y palpables, sobre todo en lo que se refiere a su propio bolsillo, del que no desprenden dinero en acciones sociales.

Ya otros políticos anunciaron antes que parte de su sueldo lo donarían, pero siguieron usando a manos llenas beneficios del erario; el único que no cobró sueldo ni prestaciones durante tres años fue el alcalde de Progreso Daniel Zacarías Martínez, quien en la administración 2012-2015 dejó de percibir $2.5 millones (60 mil al mes más aguinaldos), que a final de cuentas resultó un buen ahorro para la Comuna. Las empresas de su familia le pagaban.
Los ciudadanos esperan que a estas acciones se sume una transparencia total a la hora de concursar obras, de dar apoyos, de la realización de la obra pública y que no se favorezca a amigos, compadres, padrinos políticos y demás.