MOTUL.- La campaña para la elección del comisario ejidal alcanzó tientes de guerra sucia, ya que uno de los contendientes es acusado de diversas anomalías, entre ellas querer despojar de sus tierras a los ejidatarios.

En respuesta, el acusado, Honorio Itzá Balam, afirma que su contrincante Arcadio Tamayo Angulo está coludido con los ejidatarios de Santa Teresa, quienes le financian su campaña, a fin de que esos hombres del campo mantengan cerrados seis caminos comunales, lo que perjudica a decenas de campesinos.

A Honorio Itzá, candidato a comisario ejidal, lo acusan de que, junto con su hermano Juan, actual comisario ejidal, pretenden despojar de sus tierras a los hombres de campo, incluso se afirma que han denunciado los hechos ante el Tribunal Agrario para defender sus derechos.

Los ejidatarios de Santa teresa comenzaron una campaña de difamación en contra los hermanos Itzá Balam, de modo que cada semana reparten cientos de volantes a color y en papel de calidad, en los que atacan a los hermanos Itzá; reparten los volantes en todas las casas de la ciudad.

Sin importar que las personas no tengan derecho a voto, los volantes llegan hasta de dos en dos en las viviendas.

El comisario ejidal, Juan Itzá, explica que esta  campaña de difamación sólo demuestra el miedo que tienen los de la hacienda Santa Teresa de que gane una persona que en verdad defienda los derechos de los campesinos.

”Para tratar de evitar que gane un defensor de los campesinos, utilizan todo su dinero para dejarnos mal y comprar a los ejidatarios para que apoyen a Arcardio Tamayo”, precisó el entrevistado.

Tamayo Angulo, mejor conocido como “Cadín” y quien dos veces comisario ejidal, busca ocupar el cargo por tercera ocasión.

Seguidores de Honorio dicen que vieron a Arcadio Tamayo con los representantes de la hacienda Santa Teresa, ubicado en la comisaría que lleva el mismo nombre, y quienes son los que financian su campaña, a cambio de impunidad para mantener cerrado los seis caminos comunales.

Mantener cerrados los caminos comunales, aunque ese problema está en juicio ante el Tribunal Agrario, perjudica a decenas de campesinos que tienen que dar enormes recorridos para llegar a sus terrenos a trabajar.