MÉXICO.- La Secretaría de Hacienda y Crédito Público propuso al Congreso de la Unión adelantar en 2016 la liberación de los precios de los combustibles, planteada para 2018, con el fin de beneficiar al consumidor.
De acuerdo con el paquete económico para el próximo año, entregado al Senado, la liberación evitará que el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios de gasolinas y diesel se vuelva negativo.

El documento indica que habrá un nivel de precios mínimo y máximo que protegería el bolsillo de las familias.

También plantea “que los ingresos que el Banco de México entere al gobierno por concepto de remanente de operación se destinen al menos en 70% para el pago anticipado de deuda”.

En la entrega del paquete económico al Congreso, el titular de la SHCP, Luis Videgaray, adelantó que el presidente

Enrique Peña Nieto propondrá la reelección de Agustín Carstens para el Banco de México.

LIBERAN EL PRECIO DE COMBUSTIBLES

La Secretaría de Hacienda adelantó dos años la liberación del precio de la gasolina y diésel, para que empiece a operar en 2016 y no en 2018, a fin de que incida en la reducción de los precios en beneficio de los consumidores y de la hacienda pública, pues evita que el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) de gasolinas se vuelva negativo, por el subsidio a la venta de gasolina, que es importada.

La medida, que Hacienda planea aplicar a partir del 1 de enero, tendrá parámetros del mínimo y máximo del precio en que las diferentes distribuidoras de gasolinas en el país podrán moverse en sus ofertas de precios, a fin de garantizar una “transición ordenada” hacia un precio fijado por el mercado.

Ayer, el subsecretario de Ingresos de Hacienda, Miguel Messmacher, entregó al Senado el Paquete Económico del próximo año, que en el documento Criterios Generales de Política Económica 2016 establece la disposición para generar la competencia en el sector de los principales combustibles.

Se propone adelantar la liberalización de los precios de los combustibles plantada por la Reforma Energética para 2018. La medida permitirá a las familias mexicanas disfrutar de menores costos cuando, como ha ocurrido recientemente, se reduzca el precio internacional de los combustibles.

La medida permitirá al gobierno federal estabilizar el ingreso de los impuestos asociados a los combustibles y en un futuro evitar que el IEPS de gasolinas se torne negativo, lo que implicaría un subsidio que históricamente ha demostrado ser sumamente regresivo, dado que es una transferencia que beneficia primordialmente a los deciles con mayores ingresos de la población”, precisa.

Aclara que “de manera responsable, la propuesta de liberación de los precios de los combustibles prevé un nivel de precios mínimo que, en casos extremos, permitirá a Petróleos Mexicanos cubrir sus costos de producción y distribución, y considera un nivel de precios máximo, que permitirá una transición ordenada hacia un precio determinado por el mercado y protegerá el bolsillo de las familias en casos de incrementos pronunciados de los precios de los combustibles”.

El artículo Décimo Cuarto transitorio de la Ley de Hidrocarburos, una de las disposiciones legales del paquete de la Reforma Energética, dispone que desde 2015 hasta el 31 de diciembre de 2017, el Ejecutivo federal debía establecer la regulación de los precios máximos al público de gasolina y diésel y aclara que “a partir del 1 de enero de 2018, los precios se determinarán bajo condiciones de mercado”.

La disposición anunciada por Hacienda como parte de los Lineamientos de Política Fiscal 2016, contenida en losCriterios Generales de la Política Económica 2016 implicará la presentación de la propuesta para hacer la modificación de esta ley.

LOS REMANENTES

Otra de las innovaciones que contiene el paquete económico 2016 es la propuesta de la Secretaría de Hacienda para establecer un mecanismo que fortalezca la posición financiera del gobierno federal y garantice una reducción de la deuda pública en caso que se reciban ingresos extraordinarios asociados al remanente de operación del Banco de México, con el objetivo de “contener el crecimiento de la deuda pública y evitar que el gobierno utilice recursos no recurrentes para financiar gasto que se pueda traducir en presión estructural de las finanzas en años siguientes”.

Se trata de la creación del artículo 19 Bis de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria “para que los ingresos que el Banco de México entere al gobierno federal por concepto de remanente de operación se destinen al menos en 70% para el pago anticipado de deuda asumida en ejercicios fiscales anteriores o para la reducción de los requerimientos financieros del sector público durante el ejercicio fiscal y, en su caso, se utilice el resto para fortalecer el fondo de estabilización”.
EXCELSIOR.-