MÉRIDA.- Familiares recibieron los cuerpos de Teresa Santos Couoh y su nieta Mayra Gabriela Chablé May, quienes murieron intoxicadas por el humo y las cenizas que dejó un incendio en el domicilio donde dormían, en la colonia Emiliano Zapata Sur III.

La tragedia, como informamos, ocurrió el domingo por la madrugada, cuando un cortocircuito generó un siniestro que consumió la casa donde descansaban.

La abuela, de 65 años, y su nieta, de 13, se dieron cuenta demasiado tarde del fuego, y murieron asfixiadas por sofocación.

El cuerpo de la menor fue reclamado por su madre María Eugenia May Santos, en tanto que el de la abuela por su esposo Juan Manuel May Uicab. La entrega se hizo el domingo por la tarde y enseguida se dispuso el velorio de ambas.

La casa, ubicada en el predio número 316 sobre la calle 139 entre 88 y 90 de la Emiliano Zapata Sur III, permanece asegurada para que las autoridades investiguen el origen del fuego.

El incendio fue descubierto por Juan May, quien llegó de trabajar a las 6 de la mañana, pues tiene turno de noche, y vio con desesperación que de su casa salía un denso humo.

De prisa abrió la puerta y vio a su nieta tirada en uno de los cuartos y trató de sacarla pensando que estaba viva. Esto explica por qué el cuerpo de la jovencita fue hallado casi en la puerta de la vivienda, donde paramédicos trataron de brindarle los primeros auxilios pero enseguida constataron que estaba muerta.

El cuerpo de la abuela estaba en otra habitación y presentaba, al igual que la adolescente, signos de intoxicación por inhalar humo. La adolescente tenía, además, quemaduras en varias partes del cuerpo, que se produjo al parecer tratando de salvar a su abuela.