PRIMOMÉRIDA.- Tremendo berrinche hizo el flamante concejal panista José Luis “Primo” Martínez Semerena luego de que en una rifa entre sus compañeros ediles para elegir oficina en la Sala de Regidores le tocó una sin ventanas.
Como si fuera un niño, el edil “Primo” Martínez, cuota del ex alcalde Renán Barrera, hizo su rabieta pues de ocho oficinas que tiene la planta baja de la Sala de Regidores (asignadas al PAN) su suerte lo llevó a obtener una que está pegada a la pared, es decir, sin ventanas.
Como si se tratara de un grave problema público, el concejal refunfuño y trató por todos los medios de cambiar el despacho que le había tocado, pero sus compañeros “lo mandaron a volar”, es decir, no cayeron en su juego infantil de estar cambiando esos espacios.
El motivo que adjudicó el ex subdirector de Desarrollo Social para volver a sortear las oficinas es que es “claustrofóbico”, y que necesitaba de “vida o muerte” estar pegado a una ventana. Sin embargo, nadie le prestó atención.
Así que esas son las “prioridades” del edil panista; como se nota que nunca ha sentido en carne propia la pobreza extrema en la que viven muchos meridanos de colonias y comisarías pobres del municipio, donde no tienen aire acondicionado ni sillones acojinados de piel, ni tienen computadoras ni celulares modernos como tiene él gracias a los impuestos de todos.
Con estas y otras cosas de Primo lidiarán sus compañeros de bancada, como el excesivo protagonismo que mostrará en las sesiones de Cabildo y que seguramente querrá sobresalir por encima del coordinador de la bancada Mauricio Díaz Montalvo. Será el edil incómodo del PAN.
En la campaña de Mauricio Vila lo acusaron proveedores de hacer negocios con el dimero y contratar servicios y productos de mala calidad, además de pedir “moches”