MÉRIDA.- El caso de una joven hondureña que fue enterrada viva por error médico y rescatada al día siguiente de su sepelio tras escuchar los gritos de auxilio ha dado la vuelta al mundo porque pese a ser desenterrada no lograron que sobreviviera.
Familiares de Neysi Pérez, quien estaba embarazada, la condujeron al hospital después de haber escuchado disparos de bala cerca de su casa en julio pasado y haberse desmayado, pero en el lugar los médicos dictaminaron su muerte, por lo que fue enterrada en el Cementerio General del municipio de La Entrada.
Sin embargo, su esposo escuchó golpes y gritos desde el féretro y alertó a su familia para sacarla de inmediato, no obstante, cuando lograron derrumbar la tumba la hallaron sin vida luego de haber roto el vidrio. La chica de 16 años fue encontrada con moretones en las manos y rostro.
Luego de que sus padres intentaron reanimarla desesperadamente, los peritos la declararon muerta y dijeron que pudo haber sufrido un episodio de pánico severo que detuvo su actividad cardíaca.
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