reniviliMÉRIDA.- En los últimos meses de su administración municipal, Renán Barrera Concha aplica un programa de descuento de recargos y multas a morosos del impuesto predial y por derecho de piso para venta en la vía pública (ambulantes) y derecho público de mercados.
Los descuentos llegaron hasta el 80 por ciento durante el mes de julio y actualmente en agosto están al 50 por ciento.
Este plan, muy atractivo para los contribuyentes, podría pensarse que es una estrategia hábil por parte del munícipe al que pronto le cantarán las golondrinas. Sin embargo, el programa tiene un fin oculto, que es lograr que los morosos le paguen a la administración que termina y no a la nueva que encabezará Mauricio Vila en unas semanas.
Esto significa que Barrera Concha prefiere tener esos recursos en sus arcas y poder utilizarlos en sus últimos días en el poder, en lugar de permitir que el nuevo alcalde pueda allegarse de dinero fresco por esas vías.
Como se sabe, los nuevos ayuntamientos que entrarán en septiembre pasarán un periodo de tres meses prácticamente sin dinero, más que los recursos que es dejen los anteriores alcaldes, que por lo general no suelen dejar mucho.
Al parecer, Renán Barrera quiere que Mauricio Vila pase por los mismos problemas que él tuvo al inicio de su administración, cuando según sus constantes declaraciones, recibió un ayuntamiento en quiebra de manos de la administración priista.
Este fuego amigo de Barrera Concha contra su correligionario deja en evidencia el distanciamiento que se menciona desde hace días entre el equipo que entrega y el que recibe el ayuntamiento meridano.
Llama la atención que uno de los grupos que se benefician con esta propuesta de Renán Barrera sean los ambulantes, un sector que gozó de muchos privilegios y prebendas durante la administración, a pesar de que públicamente el alcalde y sus funcionarios siempre se pronunciaron contra ellos.
La situación se palpa particularmente en las colonias, donde han proliferado los tianguis en parques y otros espacios públicos.