suspPROGRESO.- Luego de que la Agencia Nacional de Seguridad industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos de la Semarnat, (ASEA) suspendieron los trabajos de esa estación de servicio de combustible clausurara la construcción de la gasolinera de la calle 31 con 108 inspectores de la dependencia y el abogado de la empresa Alejandro Vázquez Favela, declinaron dar detalles.
Los inspectores de ASEA, así como Alejandro Vázquez Favela abogado de la empresa Megasur propiedad de la gasolinera, la cual llevará por nombre San Nicolás, no proporcionaron ninguna información sobre la medida que se aplicó el viernes a las 13:130 horas, lo que causó satisfacción entre los vecinos que se mostraron contentos por la suspensión de los trabajos que consideran es un paso para la clausura de esa estación.
Uno de los dos inspectores de ASEA, quien después de colocar los sellos de suspensión, tomó fotografías, dijo que toda información relacionada con el caso se da por medio de Comunicación Social de la Semarnat.
El abogado Sánchez Favela, quien estuvo presente en las diligencias, ofreció informar, pero abordó un automóvil que entró a las instalaciones y se retiró con uno de los dueños de la estación de servicio.
La resolución de seguridad industrial y protección al medio ambiente es el principal requisito que necesita la estación de servicio para que pueda operar y lo entrega la Semarnat por medio de la ASEA. De acuerdo con documentos del 30 de julio, emitidos por esa dependencia federal, la resolución para la gasolinera se dio el 22 de julio pasado y al parecer no fue positivo, por ese motivo se ordenó suspender los trabajos.
El viernes, poco después de las 13 horas, llegaron dos inspectores de ASEA y luego de una revisión de las instalaciones en construcción, procedieron a colocar los sellos de suspensión. A la 1:30 de la tarde los trabajos, que se habían reanudado hace unas tres semanas con la custodia de guardias de seguridad que estuvieron encapuchados, se suspendieron de nuevo.
A esa hora los albañiles comenzaron a sacar sus herramientas de trabajo y pertenencias personales, mientras que los inspectores de ASEA colocaron los sellos en las dos bombas despachadoras que instalaron la semana pasada.
En la entrada solo estaban tres guardias, ninguno encapuchado, uno de ellos, al parecer el jefe de seguridad, tomó fotografías a los reporteros que cubrían el caso. También fotografió al grupo de vecinos que se encontraba a media esquina celebrando la suspensión de los trabajos.
La diligencia de la ASEA duró una hora, los dos inspectores abordaron un taxi de Mérida que entró a las instalaciones y se retiraron de la gasolinera en construcción, que según trascendió, los dueños planeaban abrirlo a mediados de este mes, y pero ahora se postergara hasta que la empresa cumpla con las normas de seguridad.-