reyMÉRIDA.- Hoy miércoles llega a su final el gobierno eclesiástico de monseñor Emilio Carlos Berlié Belaunzarán, quien estuvo al frente de la Arquidiócesis poco más de 20 años, tiempo en el que fue muy controvertido, de modo que una buena parte de los yucatecos nunca lo quiso.
Berlie llegó con la fama de proteger a la Familia Arellano Félix, cuando estuvo en Tijuana, de modo que esa fama le molestó y le causó encono con varios; acostumbrado a codearse con el poder civil, el arzobispo yucateco se mantuvo alejado del gobernador Patricio Patrón Laviada, quien, según se dice, se alejó de Berlie por influencia de un medio del Diario de Yucatán, que está peleado con el prelado.
El sucesor de Emilio Carlos es monseñor Gustavo Rodríguez Vega, quien tomará posesión de la arquidiócesis en una ceremonia que será hoy a las 11 en el Siglo XXI, a la que se espera al cardenal primado de México, Norberto Rivera Cabrera; al cardenal y arzobispo de Estados Unidos, William Levada, y al nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, y a 30 arzobispos y 10 mil fieles.
El nuevo titular de la Iglesia yucateca llegó anoche a esta tierra y tendrá la encomienda de superar el trabajo realizado por Berlie, quien en un resumen de su actividad pastoral dijo que en 20 años ordenó a 105 sacerdotes, de los cuales 64 han cursado estudios en Roma, se formaron 40 institutos religiosos dentro de la iglesia, se hicieron más de 200 obras sociales y se precedió al menos 83 movimientos eclesiásticos, además se creó el Plan Diocesano de la Pastoral en Yucatán.
Odiado por muchos y querido por otros, Berlie Belaunzarán marco una forma de ser muy distinta a la de su antecesor monseñor Manuel Castro Ruiz +, quien siempre fue más serio y menos propenso al populismo, aunque amaba profundamente el fervor religioso de la gente.
Emilio Carlos, en una actitud inaudita y fuera de lo común, solía detener las celebraciones eucarísticas para posar para los fotógrafos, algo que a muchos les parece mal, porque la misa es algo sagrado para los católicos y está por encima de poses para la prensa.
Con 75 años cumplidos, Emilio Carlos se convirtió, desde que el papa le aceptó la renuncia y designó a monseñor Rodríguez Vega, en arzobispo emérito, título que llevará hasta el día de su muerte.
Mucho se dijo que Yucatán fue la tumba de la carrera política de Emilio Carlos en la Iglesia católica mexicana, puesto que antes de que se supiera su relación con los Arellano-Félix, su fama subía como la espuma y se decía que podría llegar a ser arzobispo primado de México o cardenal.
Nada de eso sucedió, lo enviaron a una diócesis que por tradición había tenido muy poca influencia en la Iglesia, a pesar de ser de las primeras en ser fundada. Una muestra de esto es que Yucatán ha dado pocos obispos, en comparación con otras, como la diócesis de Morelia.
Con la llegada del nuevo arzobispo se esperan movimientos en los diversos cargos de la diócesis, empezando por el de vicario general, puesto que ostenta monseñor Joaquín Vázquez Ávila.