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PROGRESO.- Lugardo Manuel Atocha, de 34 años de edad y vecino de Mérida, estuvo a punto de convertir en saldo rojo el último domingo de julio, ya que ebrio se metió a meter a bañar al mar y estuvo a punto de sufrir una congestión alcohólica.
La oportuna intervención de salvavidas de la Naval evitó que el paseante meridano muriera, ya que lo sacaron de la playa, lo colocaron en la arena, le dieron los primeros auxilios y lo estabilizaron, para luego enviarlo al Hospital O’Horán.
Esto sucedió a la altura del Parque de la Paz a las 7:30 de la tarde, cuando en las playas del malecón abundaban ebrios que cervezas en mano se metían al mar, poniendo en riesgo su vida.
Para fortuna del meridano, los navales vieron que varias personas que estaban a la altura del parque de La Paz gritaban pidiendo auxilio, de modo que corrieron al lugar y rescataron al ebrio.
Los salvavidas y paramédicos comentaron que mientras haya venta de cervezas cerca de la playa, el riesgo de que algún paseante sufra congestión alcohólica va estar latente e indicaron que el domingo por poco y termina en tragedia
Sin embargo, este no fue el único caso, ya que la tarde dominguera cargada de excesivo consumo de bebidas alcohólicas puso en apuros a paramédicos de la Cruz Roja y salvavidas de la Armada de México para sacar del mar a por lo menos 50 personas ebrias, que sin medir las consecuencias trataban de meterse a nadar o continuar bebiendo en el agua.
La lucha de salvavidas y personal de la Cruz Roja destacados en la playa del malecón comenzó al caer la tarde, poco después de las 6, cuando la mayoría de los visitantes había ingerido grandes cantidades de cervezas que se vendieron en los siete expendios establecidos en la avenida del malecón, más el que se instaló frente al parque de La Paz donde se presentaron grupos musicales.
Paramédicos y salvavidas asignados a la playa del malecón, en donde el domingo estuvo a reventar por la cantidad de paseantes, explicaron que toda la mañana y gran parte de la tarde, la jornada estuvo tranquila, pero a partir de las 18 horas, las cosas cambiaron, pues numerosos visitantes, tanto hombres como mujeres ya estaba ebrios y se metían al mar cervezas en mano o solo para bañarse.
Los salvavidas de la Armada de México sacaron a numerosas personas del mar, quienes perdidos en el alcohol, según explicaron varios paramédicos de la Cruz Roja, se negaban a salir, así que los navales tuvieron que mostrarse fuertes y les advirtieron que si persistían, entonces serían detenidos y consignados a las autoridades, lo que obligó a calmarse a vario ebrios, a quienes sus familiares los convencieron y se retiraron de la playa.