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MÉRIDA.-Al continuar las diligencia en el caso de los psiquiatras acusados de asesinar a su colega, el juez de control Luis Edwin Mugarte Guerrero decretó como improcedente la prueba gafroscópica que presentó la Fiscalía.
Tras acalorada diligencia, pues los acusados, a través de sus defensores, se defienden “con las uñas”, se determinó la improcedencia debido a que en el boucher que supuestamente firmó José Enrique Lara González un día antes del hallazgo del cuerpo de Felipe Triay Peniche, no pudo determinarse quién fue el que signó el papel.
La diligencia formó parte de la etapa intermedia en el proceso contra los psiquiatras Lara González y Pablo Santos García Gutiérrez. En esta etapa se descartan o aprobaron los medios de prueba de ambas partes, antes de proceder a instalar el tribunal que juzgaría a ambos por el homicidio de su colega Triay Peniche.
Se debatieron otras documentales, además de que el viernes los abogados defensores de los psiquiatras Lara González y García Gutiérrez debatieron fuertemente con el juez por un cateo, argumentando que las pruebas que se obtuvieron en ese sitio son ilícitas porque se recabaron en un lugar distinto al que se ordenó su revisión.
El juez Mugarte Guerrero ordenó que se realizara el cateo en un predio sin número de la calle 25 por 22 de la colonia García Ginerés y la revisión se efectuó en el inmueble marcado con el 202-F de 25 de la misma colonia.
La Fiscalía alegó que era el mismo predio y con el evidenciador se apreció que el departamento de Pablo Santos tiene la nomenclatura 202-F y el de la esquina, que es por el cual salió la orden, es sin número.
En el departamento de Pablo Santos se halló un cuchillo con rastros de sangre y una nota de compra de un día anterior a los hechos,.
La Fiscalía sostiene que ahí fue asesinado y desmembrado Triay, cuyos restos fueron colocados en hielo antes de su traslado al sitio donde fue abandonado dentro de su camioneta.
Formal P.-