inse2PROGRESO.- Los recientes acontecimientos violentos tienen preocupado al párroco Francisco Mukul Domínguez, quien se pregunta qué es lo que pasa en el puerto, ya que cuando hace dos años llegó a esta ciudad había tranquilidad, pero en los últimos seis meses la violencia se desató.
Enterado por El Grillo de la “ola” de violencia, el padre, cura de la parroquia de la Purísima Concepción y de San José de esta ciudad dice que ahora sólo se oye hablar de hechos violentos, lo que es preocupante.
-Que asaltaron a Morales, quien tiene su negocio frente al Centro Médico Americano y a quien golpearon; además hubo otros robos y asaltos violentos, en los que incluso el encargado de un negocio de venta de cervezas murió a consecuencia de los golpes –recordó el padre Francisco Mukul.
Entrevistado en la inauguración del hotel Yaxactún, ubicado en la calle 66 con 25, en relación a los recientes acontecimientos violentos, como el asalto en altamar y los levantones de los jóvenes empresarios Gíner y Randil Castillo Alférez, el párroco progreseño señaló que más que opinar, lanza una interrogante ¿Qué está pasando en Progreso”.
El sacerdote, quien lleva dos años al frente de la parroquia, dijo que que cuando llegó el puerto, encontró una ciudad tranquila y segura, pero que en los últimos seis meses se acrecentó la violencia y la ola delictiva: crímenes, robos en hoteles y comercios de la ciudad, asaltos en altamar y levantones, los cuales no son hechos aislados.
Así como levantaron a dos hermanos, (uno en la calle y al otro lo sacaron de su congeladora), agregó, nos hace pensar que podrían levantar a cualquier persona, por eso considero que los últimos acontecimientos indican que hay inseguridad en la ciudad.
El padre Francisco Mukul afirmó que una feligrés le expuso que su familia teme salir de su casa, pues están expuestas a que sean asaltadas; la vecina dijo que “los buenos se quedan encerrados en sus casas bajo los barrotes de los protectores y los malos andan libres en la calle cometiendo sus fechorías”.
Sobre los levantones, el padre Francisco Mukul indicó que es conveniente y urgente que las autoridades los esclarezcan e informen si fue cometido por algún grupo delictivo o algún grupo policíaco para que la población esté tranquila.
El sacerdote también señaló que las autoridades deben de ejercer la justicia con legalidad y con la ley en las manos, pues es la única forma de que la sociedad se sienta segura.
El párroco dijo que en la ciudad todos se conocen, de modo que exhortó a los habitantes que se reúnen en las zonas apostólicas que cuando observen algún ilícito que lo reporten de inmediato a las autoridades para que actúen con prontitud.
Sobre los acontecimientos violentos de los últimos seis meses, a los que se refirió el padre Mukul, está el asesinato del pacotillero Julio Solís Pool, quien fue acribillado en las puertas de su casa; también está el asalto a un expendio de cerveza, en el que mataron al encargado, y otros robos a minisúpers y agencias de bebidas alcohólicas.
La semana pasada, al encargado de una tienda ubicada en la calle 82 entre 33 y 35, a un costado del Centro Médico Americano (CMA), de apellido Morales, lo asaltaron dos personas en la madrugada; se dice que llegaron en moto, entraron al negocio y le cayeron a golpes.
Luego, en la calle 35 entre 84 y 86, otros delincuentes también armados con palos asaltaron el hotel “Líbano”, de donde se llevaron unos $5,000. Después, otros dos asaltantes entraron al hotel Garza Blanca, ubicado en la avenida de la calle 31 con 114 en el poniente de la ciudad, en donde golpearon al encargado, Guillermo Castillo Ceballos, a quien mandaron al hospital y se llevaron mil pesos.
Al alcalde Daniel Zacarías Martínez se le pidió su opinión sobre los levantones, pero optó por guardar silencio, dijo “sin comentarios, no tengo mucha información sobre el caso”.
En el puerto trascendió que el levantón de los hermanos Castillo Alférez lo habría realizado un grupo de policíaco que investiga el robo de la langosta.