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PROGRESO.- Durante poco más de dos horas, los 30 tripulantes de los barcos pesqueros “Luis René” y “Propemex 41” fueron sometidos, encañonados y amenazados, mientras que los siete asaltantes se dieron tiempo de comer tikinxic, mientras se llevaban dos toneladas de langosta.
Los siete asaltantes estaban encapuchados y con pistolas; dos de ellos llevaban chalecos antibalas con el nombre de policía estatal y a uno le decían comandante y al otro teniente.
Los pistoleros llegaron a Alacranes a bordo de tres lanchas rápidas tipo Imensa, de 26 pies de eslora y con motores de 75 caballos de fuerza; luego de cometer los dos atracos, que comenzaron a las 8:45 de la noche y terminaron minutos antes de la medianoche del sábado, enfilaron con su cargamento de crustáceo a las costas progreseñas.
Se presume que los asaltantes arribaron a Yucalpetén o algún punto de la costa, entre las 4 y cinco de la mañana; tuvieron tiempo suficiente para descargar el producto y congelarlo, pues debido a que los dos barcos quedaron incomunicados, pues los ladrones se llevaron los radios de comunicación, fue hasta las 7 de la mañana del domingo cuando desde la base del guardafaro de isla Pérez que reportaron a la Capitanía de Puerto que fueron asaltados.
En sendas entrevistas, Francisco Javier Pech y Santos Eustaquio Ortega Kantún, patrones de los pesqueros “Propemex 41” y “Luis René”, barcos langosteros propiedad de la cooperativa Sisal y del empresario Luis Alonzo Morales, explicaron que al abordar los barcos los asaltantes dijeron que se trataba de una inspección de rutina.
“Inspección de rutina, en dónde está el caracol que tienen escondido entre la langosta“, exclamaron los dos pistoleros que portaban chalecos que llevan el nombre de “policía estatal”, al mismo tiempo que encañonaban a los pescadores, según narraron los dos patrones de barcos.
A algunos de los pescadores los asaltantes encapuchados los agarraron dormidos, mientras que otros estaban en la cubierta ya listos para dormir.
El primer barco en ser asaltado fue el “Propemex 41” y los langosteros estiman que eran como las 8:45 de la noche; asustados salieron a la cubierta y los obligaron a hincarse, los encañaron y en ese momento se escucharon tres disparos para intimidarlos.
Les amarraron las manos por detrás de la espalda, y los ladrones preguntaron por el nevador (el que se encarga de atender la nevera), de modo que Mauro Cajún se metió a la nevera para sacar la langosta y fue entregando las bolsas a los asaltantes, quienes las depositaban en las lanchas. Al nevador lo mantuvieron encañonado.
-Fueron dos horas de una película de terror, tuvimos mucho miedo de que en cualquier momento nos asesinen a sangre fría, sobre todo cuando nos hincaron en la cubierta; aunque nos trataron con insultos, no nos hicieron daño –explicó Francisco Pech.
De los asaltantes, uno chaparrito y gordito llevaba chaleco y le decían comandante y al otro alto y flaco le llamaban teniente. Los otros portaban playeras, pantalones de mezclilla, tenis y chanclas.
-Tenemos hambre donde está el puto cocinero, que prepare la cena- dijo el comandante. Así que Manuel Mijangos les ofreció tikin xic que había quedado del almuerzo y lo comieron.
En el Propemex 41 viajaron 14 pescadores y a todos los metieron en el tambuche (bodega) que está en la proa; uno de los pescadores logró desatarse y enseguida liberó a sus compañeros, pero por miedo no se asomaron a la cubierta e ignoraban que los asaltantes estaban a bordo del “Luis René”, que estaba fondeado a 100 metros de ellos y en donde ya habían sometido a los 16 tripulantes y los tenían amarrados e hincados; también los amenazaron de muerte e hicieron un disparo para amedrentarlos.
-Si colaboran no les pasa –les dijeron a los 16 pescadores del “Luis Ren”, a quienes también los sometieron a punta de pistola, los amarraron y metieron en el tambuche luego de que sacaron los mil kilos de langosta.
Los asaltantes se llevaron también celulares de los pescadores, preguntaron el nombre del dueño del “Luis Rene” .
Cuando los pescadores se liberaron y lograron activar la máquina oprimieron el chip satelital, pero aunque la Conapesca captó la señal el destacamento naval en Alacranes no actuó y cuando los pescadores llegaron a isla Pérez y hablaron con los navales, estos dijeron que si recibieron la señal, pero que esperaban la comunicación radial para actuar.
Los pescadores pidieron ayuda para rescatar las lanchas que los bandidos lanzaron al mar pero en respuesta los navales les dijeron que están para salvaguardar la vida humana y no rescatar embarcaciones.
-No recibimos ayuda de la Armada de México, a pesar de que estaban a cinco minutos de donde ocurrió el asalto –dijeron los patrones los dos barcos.