aveMÉRIDA.- De Hugo Sánchez Camargo, presidente estatal del PAN, no se han visto ni sus luces, ni ha dado muestras de “vida”, luego de las atropelladas elecciones del 7 de junio pasado, en las que el principal logro del PAN yucateco fue haber conservado el Ayuntamiento de Mérida.
Llama la atención que, mientras el Comité Directivo Estatal del PRI, presidido por Carlos Pavón Flores, envía diariamente de dos a tres boletines en los que informa que se ha reunido con los legisladores locales y federales electos, así como alcaldes y regidores tanto de mayoría como de oposición de su instituto político, el PAN no ha hecho nada, y si lo ha hecho no lo ha dado a conocer públicamente.
Se sabe que cada vez que existe una crisis en su partido, Sánchez Camargo se esconde, no ofrece ruedas de prensa y hasta apaga su teléfono para evitar ser entrevistado por la prensa.
Entre los motivos por los cuales el dirigente saliente no desee enfrentar a los representantes de los medios de comunicación se encuentran las difíciles derrotas de los distritos federales III y IV, con cabecera en Mérida, en especial en el cuarto, que se consideraba bastión panista.
De igual forma, con excepción de los distritos locales IV y V, el PAN perdió en los 13 restantes, incluido el II que era también bastión del blanquiazul, pues la candidata Yahayra Centeno Ceballos fue aplastada por la priista Marisol Sotelo, por una diferencia de casi cuatro mil votos.
A esto se suma la polémica generada por la asignación de diputaciones locales por la vía del repechaje, así como la mala jugada que le hicieron a Asís Cano, quien, luego de haber sido el gran vencedor de las elecciones del 22 de febrero pasado, se quedó fuera de la Cámara de Diputados, ya que el CDE blanquiazul vio la forma de impulsar a la novata Kathia Bolio Pinelo colocándola en el privilegiado cuarto lugar de la lista de candidatos de representación proporcional de la tercera circunscripción.
Por esa razón, fiel a su estilo, la dirigencia estatal blanquiazul prefiere no atender a los medios de comunicación.
Lo mismo hizo Sánchez Camargo cuando ocurrió el escándalo de Raúl Paz Alonzo con las teiboleras; en aquellos días no se veían ni sus luces, como ahora.