33.3

MÉRIDA.- A pesar del notable desarrollo socioeconómico de Yucatán, las empresas y negocios establecidos en el Estado pagan el salario más bajo a nivel nacional para los trabajadores inscritos ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), reveló la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Los empleados yucatecos perciben en promedio solamente 211 pesos al día, que equivale a una percepción mensual de seis mil 542 pesos, de los cuales una porción se destina a cubrir el pago de impuestos y su cuenta de ahorro para el retiro.
Asimismo, en varios casos se les descuenta por la casa que adquirieron a través del Instituto Nacional del Fondo para la Vivienda de los trabajadores (Infonavit).
Además, los 211 pesos sólo representan 52.2 por ciento de lo que gana un trabajador formal en el Distrito Federal, donde están los mejores salarios del país.
Según las estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticas, Geografía e Informática (Inegi), la media nacional se ubica en los 284.78 pesos diarios, es decir, los ocho mil 543 mensuales.
Pero, sólo en cuatro entidades se paga por arriba de dicho promedio, en primer lugar está el DF, con $403.86; seguido de Campeche, con $391.07; Querétaro, con $323.23, y Nuevo León, con $319.89.
Al respecto, el especialista de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Miguel Ángel Viana Dzul, señaló que de acuerdo a un estudio que realizó, uno de los principales problemas que enfrentan los trabajadores yucatecos son sus bajos salarios.
Entre los resultados destaca que el 57 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) ganan hasta dos salarios mínimos, cantidad insuficiente para cubrir la canasta básica, que en Yucatán está en unos seis mil pesos.
El coordinador de la Licenciatura en Economía explicó que éste rubro hay al menos 550 mil trabajadores, de poco menos de un millón que hay en el Estado.
A esto habría que agregar que el 33.3 por ciento de la PEA, cerca de 350 mil yucatecos, trabajan en la economía informal, la mayoría de vendedores ambulantes de muebles, jugos, tortas, tortillas, agua, panes y un sinfín de productos, incluso muchos de ellos piratas, sin tener un sueldo fijo ni prestaciones.
Por ende, la situación socioeconómica del Estado es deplorable, por lo que es poco el dinamismo comercial que prevalece, afectando tanto a las familias como al sector privado.
Lo peor de todo, de continuar la problemática aumentaría el índice de informalidad, pues ante todo, uno busca la forma de obtener más recursos económicos.