SANTIAGO.- Las autoridades chilenas dictaron la emergencia ambiental para la región metropolitana de Santiago el lunes, por primera vez desde 1999, obligando a más de 900 industrias contaminantes a cerrar sus puertas y retirando de las calles alrededor del 40 por ciento de los 1.7 millones de automóviles de la capital.
Las medidas, que incluyen una recomendación de evitar el ejercicio al aire libre aunque no lo prohíben, se decidieron en momentos en que Chile es anfitrión de la Copa América de futbol. No hay partidos programados del torneo hasta el miércoles.
La ausencia de lluvia y viento ha permitido que crezca la concentración de pequeñas partículas respirables conocidas como PM2.5, espesando la capa de smog sobre Santiago. Estas partículas pueden ingresar a los pulmones y al torrente sanguíneo y han estado relacionadas con enfermedades cardíacas, dificultades respiratorias, y daño al medio ambiente.
Las frías temperaturas de esta época del año llevan a muchos residentes de la capital chilena a calefaccionar sus hogares quemando madera, lo que empeora aún más la calidad del aire.
Actualmente enfrentamos condiciones inusuales, con uno de los meses de junio más secos en más de 40 años y a lo que se suman las malas condiciones de ventilación que se han registrado en la cuenca de Santiago en los últimos días, lo que incrementa las concentraciones de contaminantes”, explicó en un comunicado el Ministerio de Medio Ambiente chileno.
La emergencia regirá por 24 horas y puede ser extendida por más tiempo si las autoridades consideran que las condiciones no han mejorado.
El ministerio no pudo brindar inmediatamente una lista de las industrias que serán obligadas a suspender sus operaciones el lunes.
EFE.-