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MÉRIDA.- La Cámara Nacional de la Industria de la Transformación advirtió sobre la crisis a la que se enfrenta el sector mueblero en Yucatán por la falta de tecnología, de diseño, financiamiento y la competencia desleal que se tiene del exterior, que ha propiciado la caída de las ventas en 30 por ciento.
El presidente de Canacintra en la entidad, Mario Can Marín, señaló que la industria maderera y mueblera al igual que la gran mayoría de las industrias requiere una renovación a fondo, y solucionar las carencias que tiene en la actualidad.
Consideró indispensable que el sector se moderniza para enfrentar la competencia desleal que se tiene en México, de empresas que están inundado el mercado local, y que ha teniendo como resultado la caído del nueve por ciento en el factoraje de este sector.
“Al paso que vamos es posible que nos encontremos con más empresas extranjeras que nacionales, como proveedoras del mercado mexicano”, anotó.
Mario Can Marín sostuvo que en este año el sector decreció en 30 por ciento, luego de que las cadenas comerciales adquieren los muebles importados y los consumidores mexicanos han optado por comprar mercancía extranjera.
Al respecto destacó la importancia de emerger del rezago por el que está pasando dicho sector, apuntando como factor clave la adecuación de programas financieros y de instituciones gubernamentales, que permitan satisfacer y subsanar las necesidades del sector y lograr su reindustrialización
En Yucatán, detalló, hay más de 70 empresas operando formalmente en el Estado en la fabricación de muebles de madera, mimbre, tapizados, hierro forjado y metal, según explica la Secretaria de Fomento Económico.
El líder empresarial refirió que otro de los impedimentos para el desarrollo de esta industria, precisó, es la falta de materia prima, ya que no cubre la demanda del mercado local, por lo que los fabricantes de muebles tienen que comprarla a un costo más elevado en otras regiones del sureste.
Por ello, se requiere tomar acciones para la preservación de los recursos naturales como la madera y evitar la tala inmoderada, y se brinde ayuda al sector maderero como la adecuación de programas de financiamiento acorde a las necesidades o la implementación de políticas públicas que busquen hacer frente a la competencia desleal, asentó.