BayardoMÉRIDA.- Cuando se apuesta todo a un sólo proyecto político ocurre lo que le pasó al diputado local perredista Bayardo Ojeda Marrufo, quien desde hace tres años comenzó la campaña para intentar ganar la alcaldía de Tekax, a través de su asistente y amigo personal Diego Ávila Romero, quien aún con el apoyo de todo el PRD estatal se quedó con las ganas de ser presidente municipal.
El también secretario general del CDE del Sol azteca convirtió en bandera política la polémica generada en torno a la alcaldesa priista de Tekax, Carmen Navarrete Navarro; el coordinador de la bancada perredista en el Congreso local aprovechó el ataque mediático del Diario de Yucatán emprendido desde hace tres años contra la regidora, pero aun así no pudo ganar el ese municipio.
En su afán por obtener el Ayuntamiento de Tekax, Bayardo Ojeda enfocó todas sus energías en la ciudad del interior del estado y nunca demostró interés por exhibir lo que ocurría en otros municipios, y de pasó empujó a demás funcionarios partidistas del PRD para centrar toda su atención en Tekax.
Incluso, cuando llegaban a Yucatán políticos perredistas de resonancia nacional, en lugar de hacer actividades públicas en Mérida iban a Tekax, al calor de Bayardo.
Durante la campaña, Ojeda Marrufo realizó un gran despliegue de recursos para apuntalar a su secretario y amigo personal, pero todo lo que hizo no fue suficiente.
Y por pensar únicamente en Tekax, el PRD descuidó la campaña por la alcaldía de Mérida, en donde hasta Morena, que es un partido político nuevo, obtuvo mejor votación y eso llevó al Sol Azteca a retroceder lo poco que había avanzado en la capital yucateca.
Seguramente, el legislador local querrá colgarse el mérito de haber triunfado en Progreso en coalición con Nueva Alianza, pero quienes fueron los responsable de ese logro electoral saben que a Bayardo no le deben nada, sino más bien a los priistas que desde dentro boicotearon su propia campaña.