PROGRESO.- Sin duda alguna la gran sorpresa de estas elecciones fue la derrota del PRI en este puerto, en donde nunca había perdido en 86 años, derrota causada por la división que dejó la selección del candidato y abonada, según se dice, por José Luis Blanco Pajón, María Del Carmen Ordaz Martínez, Enrique Magadán Villamil y María Ester Alonzo Morales, entre otros.
De esta manera, el ex priistas José Cortés Góngora, un chemaxeño avecindado en el puerto y que compitió por el Partido Nueva Alianza, derrotó al PRI que encabezaba Jessica Saidén Quiroz.
De acuerdo con varios priistas, gente de los políticos inconformes antes mencionados promovieron el voto cruzado, ya que lo pedían para María Ester pero no para Jessica sino para José Cortés.
Este sin duda es un duro golpe para el PRI, partido que en la elección anterior obtuvo poco más de 16 mil votos, el máximo histórico del tricolor.
Esta derrota del PRI llama más la atención porque los candidatos a diputados María Ester, que ganó el IX Distrito local, y Lucely Alpizar Carrillo, que ganó el II Federal ganaron con una holgada diferencia de votos.
Progreso formaba parte de un selecto grupo de ocho municipios en los que el PRI nunca había perdido, pero además se le consideraba un surtidor de votos a los candidatos a diputados, lo que finalmente hizo, aunque se los negó a la candidata a la alcaldía.
Una muy dolorosa derrota para el tricolor, que se puede ver como una afrenta de unos cuantos en contra del gobernador y que le deja al PRI estatal una ardua tarea de sanar cicatrices.