MÉXICO.- La dependencia de TV Azteca SAB de un modelo de publicidad televisiva tradicional está teniendo un costo para la segunda mayor radiodifusora de México, que perdió más del 40 por ciento de su valor en el último año y está debilitando la confianza de algunos analistas.
La compañía del multimillonario Ricardo Salinas está perdiendo televidentes e ingresos por publicidad en tanto la audiencia se pasa a los canales de TV paga de Grupo Televisa SAB y a los proveedores online como Netflix Inc. Las ventas locales de publicidad de Azteca en el primer trimestre cayeron 4,9 por ciento interanual, a 2.100 millones de pesos, y los márgenes de ganancia se desplomaron a un mínimo récord. La empresa obtuvo el 83 por ciento de las ventas de la publicidad en ese período, frente a un 23 por ciento en el caso de Televisa.
Las acciones de Azteca bajaron 42 por ciento en los últimos doce meses, más que nunca desde 1999. Sólo un analista de los ocho que sigue Bloomberg aconseja comprar la acción, por debajo de los cuatro de hace un año. Y tres recomiendan vender, frente a sólo uno en mayo pasado. Más peleas por los anunciantes y los televidentes están en camino después de que Cadena Tres SA recibió una licencia en marzo y planea comenzar a transmitir el año que viene.
“Azteca tiene competencia no sólo a través de los competidores directos sino también de la creciente penetración de los servicios de TV paga y los servicios de valor agregado que llegan por Internet”, dijo Carlos de Legarreta, analista de Corporativo GBM SAB que tiene una recomendación equivalente a mantener para las acciones. “El ingreso de un nuevo canal de TV al mercado también puede ejercer más presión sobre Azteca”.
Anunciantes locales
Un funcionario de prensa de Azteca no respondió un pedido de comentarios.
“Azteca prevé seguir concentrándose en la producción de contenido atractivo que sea tentador para las grandes audiencias, que son el mercado objetivo de un amplio número de anunciantes en México y los Estados Unidos”, señaló Juan Bruno Rangel, director de relaciones con los inversores, en una llamada en conferencia sobre utilidades que tuvo lugar el mes pasado.
Azteca, cuya sede central se encuentra en Ciudad de México, está particularmente expuesta a la nueva competencia porque tiene una fuerte dependencia de los anunciantes locales, mientras que Televisa percibe ganancias de la TV paga, los servicios de Internet y un competidor de Netflix llamado Veo, así como de los derechos que cobra por otorgar licencias de contenido a otras radiodifusoras como Univision Communications Inc.
“El problema aquí es la gran competencia que representa Internet”, aseguró Raúl Ochoa, analista de Interacciones Casa de Bolsa SA que recomienda mantener las acciones. “Internet está atrayendo la atención de los usuarios, no sólo a través de los servicios de video como Netflix, que son novedosos, más baratos y tienen una nutrida biblioteca, sino también a través de la publicidad digital”.