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PROGRESO.- Al concluir la mini temporada de pepino de mar, pescadores de Chuburná exigen mayor vigilancia, debido a que hombres de mar de este puerto y de Sisal depredan el equinodermo y captura furtivamente pulpo, langosta y caracol, lo que a la larga afectará la pesca de esas especies.
Afirman que la pesca furtiva se realiza frente a las costas de Chuburná y de Sisal, debido a que en esas partes no hay vigilancia de parte de las autoridades.
El lunes concluyó oficialmente la mini temporada de pepino de mar, pero en Chuburná Puerto los ribereños temen que continúe la pesca furtiva que arrasa con especies en veda como pulpo, langosta y caracol, así que piden se intensifique la vigilancia en esa parte de la costa.
Pescadores de ese puerto, que pidieron no ser identificados por temor a represalias, señalan que frente las costas de ese puerto y Sisal, desde antes que se abriera la pesca de pepino de mar, un grupo de ribereños furtivos ya se dedicaba a la captura ilegal.
Los denunciantes no identifican a los pescadores furtivos de pepino de mar, para no verse envueltos en líos, pues dicen que detrás de esa pesquería hay gente poderosa y con mucho dinero, de modo que lo único que piden a las autoridades pesqueras es que se intensifique la vigilancia en el mar y la costa.
Según revelan los quejosos, los furtivos tienen salcochaderos clandestinos en la zona de manglares de ese puerto, así como en “La Carbonera”, una bocana que el huracán “Gilberto” abrió en 1988 y por ahí entran las lanchas con sus cargamentos de pepino para su descarga y salcocho.
Los quejosos aseguran que los pepineros no sólo se dedican a la pesca del equinodemo, sino que también depredan con pulpo y langosta, especies que están en veda temporal, los cuales ponen en riesgo cuando se abra la temporada de captura.
Afirman que los furtivos sacan pulpos chicos que aún están en periodo de crecimiento, lo mismo que langostas que extraen de las cuevas. También sacan caracol que está en veda permanente y arponean meros y otras especies de escama.
Los pescadores señalan que los pepineros se aprovechan de que las costas de Chuburná y Sisal están descuidadas y sin ninguna vigilancia debido a que todo se concentró de Dzilam al Cuyo, para dedicarse sin problema alguno en la captura ilegal del pepino de mar.