pepinoPROGRESO.- El balance de la minitemporada de captura de pepino de mar es dramático y fatal, pues según cifras extraoficiales habrían muerto unos 20 pescadores y otros cien habrían sufrido descomprensión, al pescar a profundidades de 30 metros y salir rápido del agua.
Esta minitemporada, en la que participan unas seis mil lanchas y 10 mil pescadores de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Veracruz y Tabasco, finalizará este lunes a la medianoche y habrá dejado una derrama económica de unos 100 millones de pesos.
La actividad no está regulada y no hay vigilancia de las autoridades marítimas y pesqueras, de modo que, según los pescadores, la mayoría de los buzos no está certificado ni capacitado para trabajar a grandes profundidades, lo que los lleva a una muerte segura.
La pesca del pepino de mar se inició en 2002 como pesca de fomento, pero hace dos años que se le dio el rango de pesca comercial, se establecieron cuotas y veda temporal y permanente; sin embargo, de los últimos 13 años de pesca de la codiciada especie, ésta temporada ha resultado fatal y violenta.
De acuerdo con pescadores dedicados a la captura de pepino de mar, la causa principal de la muerte de los buzos es la inexperiencia para bucear en aguas profundas, lejos de la costa, combinada con el consumo de bebidas alcohólicas un día antes de la pepineada.
Buzos como Víctor Manuel Canul Hoyos, de 63 años de edad y que ahora labora como auxiliar en las lanchas, y otros pescadores entrevistados, en esta temporada de pepino para obtener una buena captura de 300 a 400 kilos las embarcaciones tienen que alejarse a 30 millas de la costa y a esa distancia se bucea entre 18 y 20 brazas, que equivale hacerlo entre 27 y 30 metros de profundidad.
-A la profundidad de 30 metros el buzo desciende unas tres atmósferas (cada 10 metros es una atmosfera) lo que hace que el nitrógeno que tiene el cuerpo se licúe y la sangre se llena de burbujas, de modo que si el ascenso es rápido y no se toman los tiempos necesarios, entonces conforme se emerge se corre el riesgo de que una burbuja se aloje en alguna parte del cuerpo –explican los pescadores.
-La burbuja puede alojarse en las piernas, los brazos o en la columna y dejar lisiado de por vida a los buzos; pero si se aloja en el corazón o en el cerebro la muerte es segura, lo que ha ocurrido con los últimos decesos de pepineros –explican.
Canul Hoyos, quien tiene una tabla con las especificaciones técnicas para el buceo, explica que cuando el buzo emerge de la profundidad debe hacerlo lento; si está a 30 metros debe salir en 30 minutos o en una hora y hay que cuidar de no rebasar las burbujas, ya que el buzo siempre debe estar abajo, porque si las rebasa, se descompresiona y eso probablemente es lo que ha ocurrido con los descompresionados.
Los entrevistados señalan que hay muchos pescadores que no tienen experiencia en la pesca de pepino de mar, la buceada se hace en la profundidad del mar porque el equinodermo se arrastra en la arena y a 30 metros bajo el mar está la presión de tres atmosferas, el esfuerzo es mayor al llevar la bolsa en la que se colocan los ejemplares del pepino, el pepinero acaba agotado.
Los buzos que trabajan a 30 millas de la costa y de entre 27 y 30 metros de profundidad, salen de la costa a las tres de la madrugada e inician la pesca a las 8 de la mañana; hay quienes hacen dos inmersiones, lo que aumenta el riesgo de la descompresión.
Lo ideal es que en cada lancha viajen tres buzos y hagan una sola inmersión, pero en la mayoría de las lanchas viajan dos buzos, a veces sólo uno, de modo que arriesgan su vida para ganar un promedio de cinco mil pesos diarios.
En la pepineada que acabará este lunes, hay unas 6,000 lanchas ribereñas, participan unos 10,000 pescadores en la zona que va de San Crisanto a El Cuyo. Se estima que de los 10,000 pepineros, seis mil son buzos, de los cuales la mitad provienen de Campeche, Tabasco, Veracruz y Quintana Roo.
Las cámaras hiperbáricas instaladas en Dzilam Bravo, Río Lagartos y Tizimín resultaron insuficientes para el tratamiento de los buzos descompresionados.