CeciliaMÉRIDA.- El juego de la doble moral y el cinismo panista está encarnado perfectamente en el ex gobernador Patricio Patrón Laviada, quien, a fin de tratar de levantar una alicaída campaña, emprendió acciones por presuntos desvío de recursos, pero calla todo lo que ha hecho su hermana Cecilia, como el haberse llevado una jugosa cantidad al comprar el equipo médico del Hospital de Alta Especialidad y los “bisnes” en la delegación de la Sedesol.
De hecho, una gran parte de la culpa de la derrota de Xavier Abreu Sierra, candidato a gobernador en 2007, se debió al escándalo de Cecilia y de su esposo Raúl Paz, ya que se hizo público que sirvieron como los que se encargaron de equipar el hospital antes mencionado, a cambio de una jugosa cantidad de dinero.
Sin embargo, esa vez, siendo gobernador Patricio, como ahora, el hermano de Cecilia calla todas las acciones indebidas de su hermana, a quien apoya ahora en la campaña de Mauricio Vila, junto con Rosa Ceballos.
Patricio Patrón puso una denuncia con tinte electoral contra varios funcionarios por el supuesto desvío de $58 millones por el inconcluso hospital de Tekax y luego emprendió una caminata de Mérida a esa ciudad sureña.
El cinismo del ex gobernador y su doble moral saltan a la vista, porque con esta acción sólo trata de engañar al ciudadano de que busca justicia, cuando debió hacer esto hace por lo menos ocho años y no ahora en tiempo electoral. Además, Patricio calla todas las tranzas de su hermanita.
Cecilia Patrón, a quien no se le conoce un trabajo en la iniciativa privada desde hace muchos años, ha vivido desde hace por lo menos 15 años mamando del erario en cargos públicos y a través de “chanchullos” realizados al amparo de los cargos que ha realizado.
A finales de su gobierno, Patricio permitió que su hermanita Cecilia fuera la encargada de comprar todo el equipo médico del Hospital de Alta Especialidad y de ahí ella sacó su “jugosa comisión”, junto con su entonces esposo Raúl Paz.
Luego de la derrota del PAN en 2007, Cecilia llegó a la delegación de la Sedesol, cobijada por Beatriz Zavala Peniche, quien tapó las corruptelas de la hermanita de Patricio y a cambio recibió una traición, ya que en 2010 Cecilia apoyó a Renán Barrera.
Ya instalada como jefa del programa Microrregiones, en Sedesol Cecilia se dedicó a hacer “bisnes” a manos llenas con vales de gasolina, dinero de viáticos y exigiéndoles a los alcaldes el 20% de las obras que se les daba para que ellos realizaran, como denunciaron varios presidentes municipales panistas molestos con la voracidad y ambición de Cecilia.
Además, a cambio de dinero, Cecilia pactaba con algunas empresas para hacerles ganar los concursos de obra, de modo que Cecilia ganaba doble: extorsionaba a los empresarios y a los alcaldes y a ambos les bajaba dinero. De Hecho, cuando estuvo en Sedesol amplió su casa, ubicada cerca del Periférico norte, y la dejó enorme.
Cuando el entonces alcalde Mario Balam Poot tuvo problemas porque Alfonzo Aguiar Irigoyen se tranzó dos millones de pesos de 100 baños y no hizo ninguno, Cecilia le dijo a Mario, hoy candidato de Hunucmá por el PVEM, que los terminara con su dinero y a cambio ella le daría obras para devolverle lo que gastara en los baños.
Doble acción ilegal: encubrir a Alfonzo Aguiar, concuño de Patricio, y destinar dinero público para pagar una obra cuyos recursos se robó un integrante del clan Patrón Laviada. Sin embargo, cuando el escándalo de los baños se desató, Patricio calló de nuevo ante otra prueba de la deshonestidad panista, porque un miembro de su familia era el ladrón.
“Modus operandi” de Cecilia en Sedesol:
Vales de gasolina: a fin de quedarse con los vales, ya sea para su provecho personal o para campañas panistas, Cecilia hacía firmar a los empleados grandes cantidades de dinero en vales de gasolina; sin embargo esta maniobra era tan burda y falta de inteligencia, algo común en los Patrón Laviada, que si se sumara todos los vales de gasolina asignados a un auto, resulta que ese vehículo hubiera tenido que girar sin parar por todo el estado y aún así no justificarían todos los vales.
“Diezmo” que se duplicó: Para bajarle lana a los alcaldes panistas, Cecilia utilizaba al constructor Mario Millet, a quien se los imponía para que hicieran las obras del programa 3 por Uno para Migrantes, que no se tenían que concursar.
Sin embargo, este sujeto, por órdenes de Cecilia no pedía el clásico, tradicional y conocido “diezmo” (10%), sino que exigía el 20%.
Asignación de obras: Cuando en la delegación se concursaban obras, Cecilia manipulaba todo para que los empresarios con los que había pactado, a cambio del 20% del dinero, ganaran y se les dieran las obras. Entre los que pactaron con la hermanita de Patricio están Multiconstrucciones del Sureste, José Francisco Solís Puga, Ramón Antonio Riancho y Agustín Rivas, entre otros.
Para apoyar a Vila, luego de que Raúl Paz quedó fuera, Cecilia pidió la dirección de Desarrollo Social, de modo que el campo para los “bisnes” sería muy amplio para la hermanita de Patricio.