20

MÉRIDA.- Los elementos más intolerantes y retrógradas del PAN “sacan sus garras” y utilizan a jóvenes en el propósito maquiavélico de evitar que el candidato del PAN a la alcaldía siga cayendo y haga más grande la desconfianza de los meridanos en sus inviables planes.
El viernes, en la Universidad Marista, la hija del director de Servicios Públicos Municipales de Mérida, Mariana Echeverría, intentó con varios amigos generar un escándalo y enturbiar el buen arranque con que su universidad escuchó al candidato del PRI a la alcaldía en la primera jornada del Foro Marista.
Con gritos de “una más, una más” y “esto es un fraude”, la hija de Roger Echeverría encabezó a jóvenes que a base de gritos buscaron provocar una reacción encontrada en los asistentes, pretendiendo además secuestrar el ambiente de diálogo con que esa Universidad escuchó a Nerio Torres Arcila.
Luego de su vano intento, Mariana Echeverría y varios de sus amigos publicaron mensajes hostiles hacia la Universidad Marista, a la que señalan de no permitirles la palabra. Con sus propios amigos, Mariana preparó un texto que pretende publicar en un rotativo local y en el que expresa su fanatismo panista.
En el texto de marras que pretende publicar, Mariana Echeverría se autodefine como “una universitaria que se informa, que investiga y que critica objetiva y reflexivamente”, cosa que resulta falsa porque en el artículo que ella dice que escribió, argumenta que quiso preguntar al candidato del PRI sobre las cuentas que dejó como funcionario en varias dependencias.
La consigna de esta joven, en su artículo, busca desprestigiar al candidato del PRI y, junto con amigos suyos como el hijo del cronista Gonzalo Navarrete, del mismo nombre, además de Alberto Casanova y Cristina Erales, son jóvenes reconocidos por apoyar abiertamente al candidato del PAN y fustigan a su escuela por no permitirles que a base de gritos y provocaciones hubiesen querido “dialogar” en el foro con el candidato invitado.
Haciéndose la víctima, Mariana Echeverría dice en el citado artículo que “fui una de las primeras personas en levantar la mano, vi la mirada de la moderadora en mí, pero no me dio la palabra, decidí esperar”.
Y en consonancia con sus amigos, dijo que luego que la moderadora dijo que ya no habría más preguntas de los estudiantes de Derecho, la joven Mariana hizo ver que “Nerio no nos miraba, a pesar de que teníamos la mano levantada”, un argumento sobre el que difundieron un video en sus redes sociales, como si el candidato, invitado a esa casa de estudios, estuviera obligado a atenderlos, toda vez que fue la moderadora quien marcó los términos del formato en dicha reunión.
Asimismo y en franco gesto de hostilidad hacia su propia escuela, Mariana Echeverría pretende publicar que “el supuesto foro terminó siendo una carpa de circo donde el maestro de ceremonias presentó su espectáculo y no hubo espacio para un verdadero dialogo con los estudiantes. Exigimos respuestas a nuestras preguntas y a nuestras inquietudes, ya que somos participes de la política, porque somos una ciudadanía participativa y estamos en búsqueda de la verdad”.
Envenenada en su ánimo por el fanatismo más retrógada que han mostrado los panistas cuando se sienten desesperados, el reproche de Mariana hacia la Universidad Marista, el alma mater que le ha dado cobijo es su reproche: “Yo exijo respuestas, yo exijo honestidad; y como estudiante y ciudadana mexicana exijo: ¡Libertad de Expresión! Apúntenlo”.
Lo anterior, es muestra de lo altamente influenciado que está un grupo de jóvenes por la estrategia de provocación emprendida por el PAN en su desesperante intento de levantar a su abanderado por la alcaldía de Mérida.
El candidato del PRI a la Presidencia Municipal de Mérida, asistió a un encuentro que transcurrió con respeto y a la altura de la tradición con que esa reconocida casa de estudios siempre ha escuchado en sus foros las propuestas de candidatos de diversas ideologías.
Sin embargo, la táctica de provocación del panismo más fanatizado logró influir en el ánimo de menos de cinco chicas y jóvenes. Una de ellas, Cristina Erales, se acercó al candidato Nerio Torres Arcila, la joven fuera de sí y extrayendo de su bolso un ejemplar del Diario de Yucatán, reprodujo un guión elaborado por los provocadores panistas, con el que presionó a que el candidato le contestara preguntas basadas en supuestos como “el caso de la bodega” y la “agresión a un reportero”.
Frente a las provocaciones, el abanderado del PRI a la alcaldía en todo momento mostró apertura, atención y una disposición de diálogo.
En uno de sus tweets, el joven Gonzalo Navarrete escribió: “¿Desde cuándo protegemos candidatos de las preguntas de los estudiantes de Derecho? @UMaristaMerida #ForoMarista
Craso error y fallido intento de los “hooligans” del PAN, que envenenan el ánimo de jóvenes universitarios y buscan, en forma incivilizada, que las campañas políticas sean escenario de batallas inútiles.