AZTECANOTICIAS / MÉXICO, D.F.- La Procuraduría capitalina informó que se presentó a declarar la madre de la joven que se encontraba en situación de esclavitud, al interior de una planchaduría de la delegación Tlalpan. Por el momento solo se proporcionó asesoría legal y se le informó sobre el estado de salud de su hija, ya que un encuentro entre ambas debe ser evaluado por especialistas, debido al por el posible impacto psicológico que se pueda generar; y es que no tenían contacto desde hace casi seis años.
A través de un comunicado se informó que ante el Ministerio Público que la mujer acreditó fehacientemente su lazo de parentesco y refirió que su hija, a la edad de 15 años, dejó el seno familiar y que este hecho fue reportado al Centro de Atención a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA), por lo cual se inició el expediente TS2277/07 (N) de fecha 30 de julio del 2007.
Un año después, dijo que su hija regresó y le comentó que se había ido al estado de Michoacán, con una señora que era propietaria de una estética, sin precisar mayores datos; al volver a su hogar estableció relación sentimental con un joven mayor de edad que vivía cerca de su casa, en la colonia Lomas de Padierna.
La madre no se opuso a esta relación, por temor a que su hija volviera a ausentarse; sin embargo, manifestó que deseaba casarse con su novio y de nueva cuenta abandonó su domicilio, a la edad de 17 años.
Al parecer la relación sentimental no fructificó y al parecer la joven solicitó el apoyo de Leticia Medina Ochoa, dueña de la planchaduría, ya que no quería volver con su madre.
Al enterarse de lo anterior la madre acudió con Leticia Molina Ochoa, con la que acordó que vía telefónica le daría informes sobre su hija; el contacto se mantuvo durante un par de meses, hasta que le señalaron que su hija había desaparecido.
La madre de la joven vigiló durante varios meses la planchaduría, con la esperanza de poder encontrarse con su hija al momento que abrieran o cerraran el negocio; sin embargo esto no ocurrió.
Ante el representante social señaló que en varias ocasiones buscó a Leticia Molina para conocer el paradero de su hija, hasta que de manera agresiva le dijeron que no continuaran molestando o interpondrían una demanda por acoso.
Durante casi seis años no tuvo información de la joven, hasta que apareció en los medios de comunicación y se le señalaba como víctima de trata de personas, en su modalidad de trabajos forzados.
La joven que era esclavizada recibe atención médica y psicológica, además de que cuenta con asesoría legal por el próximo juicio que enfrentarán las cinco personas que presuntamente la maltrataban físicamente y la obligaban a trabajar en la planchaduría, más de 12 horas.